ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para 10 de julio

Obedezca a los Jueces de Dios

Versículo Clave: “Pero tampoco oyeron a sus jueces, sino que fueron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron; se apartaron pronto del camino en que anduvieron sus padres obedeciendo a los mandamientos de Jehová; ellos no hicieron así.”
– Jueces 2:17

Escritura Seleccionada:
Jueces 2:11-19; 21:25

DESPUÉS DE LA MUERTE del gran líder de los israelitas Josué y aquellos de su generación, “se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel. Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales.” (Jueces 2:10-11) “En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía.” —Jueces 21:25

Tal fue la parte de la historia de Israel comúnmente designada como el período de los jueces. Este período fue mencionado más tarde por el Apóstol Pablo cuando dijo, “como por cuatrocientos cincuenta años, les dio jueces hasta el profeta Samuel.” (Hechos 13:20) Aunque Dios hubiera esperado que Israel le siguiera como su líder, ellos continuamente le abandonaban, buscando a otros dioses. A causa de esto, Dios permitió que fueran entregados en manos de sus enemigos vez tras vez. Siempre que esto pasara, ellos volverían, aunque temporalmente, a Jehová, sólo cuando se encontraban en la condición más extrema. Por esta razón, y en su gran misericordia, “Jehová levantó jueces que los librasen de mano de los que les despojaban.” —Jueces 2:16

Nuestro Versículo Clave indica que siendo entregados por sus jueces, los israelitas no prestaron oído a su consejo y rápidamente volvieron a los dioses paganos en su derredor. Además, el relato declara, “pero tampoco oyeron a sus jueces, sino que fueron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron; se apartaron pronto del camino en que anduvieron sus padres obedeciendo a los mandamientos de Jehová; ellos no hicieron así. Y cuando Jehová les levantaba jueces, Jehová estaba con el juez, y los libraba de mano de los enemigos todo el tiempo de aquel juez; porque Jehová era movido a misericordia por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían. Mas acontecía que al morir el juez, ellos volvían atrás, y se corrompían más que sus padres, siguiendo a dioses ajenos para servirles, e inclinándose delante de ellos; y no se apartaban de sus obras, ni de su obstinado camino.” —Jueces 2:17-19

Estos versículos identifican uno de los defectos claves de los israelitas, que en cierto modo refleja los defectos de la humanidad en general. “No se apartaban de sus obras.” Dios espera que aquellos que están esforzándose por ser de su pueblo elegido hagan lo mejor de su capacidad en buscar y hacer la voluntad de él en todas las cosas. Esto significa dejar de hacer su propia voluntad. El apóstol Pablo describe esto como entrar en el reposo de Dios. “Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas.” (Heb. 4:10) Si los israelitas hubieran sido más fieles en abandonar sus propias obras, ellos habrían disfrutado del favor de Dios y del reposo y de la paz que resultan. Sin embargo, puesto que continuamente querían hacer las cosas “de su propia manera,” ellos se encontraban en líos una y otra vez, la liberación llegándoles sólo en manos de los jueces que Dios les había provisto misericordiosamente.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba