ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para 22 de mayo

Hago Nuevas Todas las Cosas

Versículo Clave: “Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.”
– Apocalipsis 21:5

Escritura Seleccionada:
Apocalipsis 21

ESTA PARTE DE LA VISIÓN de Juan representa las condiciones existentes después del fin de la Edad Evangélica cuando Satanás esté restringido. “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.” —Apoc. 21:1-4

El nuevo cielo es simbólico de la gobernación espiritual en operación durante el Reino Mesiánico bajo el glorificado Cristo Jesús y su iglesia. (Mat. 25:31) Esto reemplazará el presente dominio eclesiástico y su sistema acompañante de adoración falsa que ha sido promovido por Satanás, el dios de este mundo. (2 Cor. 4:4) La nueva tierra se refiere a un nuevo orden social en el cual la humanidad practicará la justicia y vivirá en armonía con su prójimo. (Isa. 26:9; Jer. 31:34) El mar es también un término simbólico que representa a las masas de personas que no están bajo restricciones gubernamentales o religiosas, sino que tienen tendencias anarquistas. “Pero los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo.” (Isa. 57:20) El “mar” ya no existirá más.

Nuestro Versículo Clave se refiere a la regeneración de muchas de la familia humana que querrán recibir las ventajas del sacrificio de Cristo y por último alcanzar la vida eterna en un ambiente físico perfecto en este planeta.

La ciudad divina gloriosa, la Nueva Jerusalén vista por Juan en la visión, describe a Cristo y a su novia. Muchos sitios descriptivos relacionados con este arreglo magnífico están más allá de nuestra capacidad de apreciar y entender totalmente. Sin embargo, se nos asegura que el propósito eterno de Dios será realizado a consecuencia de la fidelidad de Cristo y de los miembros de su cuerpo durante sus estancias terrenales respectivas. —Apoc. 21:9-23

La parte final de este capítulo subraya la felicidad de la armonía perfecta que existirá por todo el universo en aquel entonces cuando la voluntad de Dios se haga en la tierra así como se hace en los cielos. “Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella. Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche. Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.” (Apoc. 21:24-26) ¡Qué tiempo será esto cuando el Padre Celestial y su Hijo, Jesucristo, reciban alabanzas interminables de parte de toda la creación!



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba