ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para 8 de mayo

Adoración Divina

Versículo Clave: “Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado.”
– Apocalipsis 4:2

Escritura Seleccionada:
Apocalipsis 4

LA NATURALEZA MUY simbólica del Apocalipsis ha demostrado que es muy difícil de entender. Hay, sin embargo, partes de este último libro de la Biblia que parecen ser más fáciles de comprender que otras y entre los comentaristas hay un mayor sentido de unanimidad en cuanto a lo que puedan significar. “Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.” —Apoc. 4:1

Nuestro Versículo Clave indica que el Apóstol Juan, que escribió las palabras encontradas en el Apocalipsis, estaba “en el espíritu” y describió las cosas que vio. Ya que no fue posible que un ser humano de carne y sangre entrara realmente en la presencia de Dios, es probable que Juan recibiera una visión que representaba al Eterno sentado sobre un trono celestial.

El aspecto del Padre Celestial se describe como algo parecido a un jaspe y una piedra de cornalina. Estas gemas preciosas pueden simbolizar bien los gloriosos atributos del carácter de Dios mientras que el arco iris alrededor del trono recuerda el pacto del arco iris después del diluvio en los días de Noé. (Gen 9:12-17) Así, en el relato del Apocalipsis este cuadro puede representar el cumplimiento final del Pacto Abrahámico por el cual toda la humanidad será bendecida por un nuevo y justo orden social que se establecerá en la tierra. (2 Ped. 3:13; Apoc. 4:3) En la lección bajo consideración Juan también describe las otras escenas celestiales que vio alrededor del trono de Dios. —vss. 4-8

Respecto a los cuatro seres vivientes, una pista en cuanto a lo que puedan significar se encuentra en otra parte de la Biblia. (Eze. 1:10) Ellos parecen representar los atributos de la justicia de Dios representada por un león, del poder representado como un becerro (buey en Ezequiel), del amor representado por el rostro de un hombre y finalmente de la sabiduría como sugerida por un águila.

Varias sugerencias han sido propuestas tocantes a la identidad de los veinticuatro ancianos. Estos ancianos parecen ser simbólicos y, de alguna manera, directamente relacionados con el Creador. Una sugerencia en cuanto a lo que representan pueda ser que son el testimonio profético que Dios dio en la escritura como la seguridad de que todo lo profetizado sería realizado exactamente como lo prometió. Este pensamiento parece armonizar con la bendición final de este capítulo. “Los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.” —Apoc. 4:10, 11

Dios está descrito como ser de generación en generación. (Sal. 90:1,2) Parece razonable concluir que el Padre siempre ha ocupado el trono de suprema autoridad universal, aun antes de la creación de cualquier ser inteligente sea espiritual o terrenal.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba