ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para 20 de marzo

Prepárense para el Liderazgo

Versículo Clave: “Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.”
– 1 Tim. 4:16

Escritura Seleccionada:
1 Tim. 4:6-16

PABLO ESCRIBIÓ ESTAS palabras poco después de la presentación de las calificaciones para aquellos que serían líderes en la iglesia. Él sabiamente comenzó el Versículo Clave con, “Ten cuidado de ti mismo.” Es nuestra primera responsabilidad. Todos los líderes potenciales deberían examinar primero sus propios corazones para ver si ellos son aceptables ante Dios. Para hacer esto eficazmente no deben medirse o juzgarse con otros, o con sus propios estándares imperfectos, sino con el estándar del Señor del amor perfecto. “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente; y amarás a tu prójimo como a ti mismo.” (Mat. 22:37-39) Estas amonestaciones indican cómo estos atributos del carácter deberían demostrarse especialmente a los hermanos. Pueden reflejarse en la bondad fraternal, en la ternura de una palabra o acto, en la compasión por las debilidades de otros, y una apreciación por las virtudes de otros. Esto requiere que tengan la longanimidad, y la tolerancia paciente de amor y un interés sincero por el bienestar, los derechos, y las responsabilidades de todos. —1 Cor. 13:4-8; Rom. 13:10

Ellos deberían tener un deseo más ferviente para complacer a Dios en pensamiento, palabra, y hecho. Podemos ver este tipo de disposición apropiada cuando leemos, “Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh Jehová, roca mía, y redentor mío.” (Sal. 19:14) Que oración tan apropiada por todos aquellos que desean servir al Señor. Esta actitud de sumisión total de corazón y voluntad es absolutamente necesaria para ser un siervo de Dios —alguien que está listo para servirle por dar su todo.

El Apóstol escribe en 2 Cor. 13:5, “Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos.” Él nos dice que la firmeza doctrinal es muy importante, pero que no es suficiente; hay que estar “en la fe,” (1 Cor. 16:13) en el sentido de ejercer fe en el Señor. Por su parte esto implica fe y confianza en Jehová respecto a todos los asuntos que tratan con el arreglo congregacional según el designio de Dios. Se nos dice, “Examinadlo todo; retened lo bueno.” (1 Tes. 5:21-26) Esto debería ayudarnos a recordar que el pueblo del Señor no debería aceptar lo que oye sin un examen apropiado, debería usar el buen juicio en cuanto a lo que es apoyado por las escrituras. Esto es el deber de cada hijo de Dios para juzgar lo que es correcto y lo que es incorrecto. Examinando las escrituras implica ser “enseñado por Jehová,” (Isa. 54:13; Juan 6:44,45), y ayudará a hacer que el neófito esté aun más fuerte en la palabra de verdad. Se nos ha dicho, “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.” —2 Tim. 2:15

La lección para todos nosotros es que deberíamos estudiar para saber lo que aprobaría Dios. Nosotros debemos estudiar la doctrina, estudiar nuestro curso de conducta, estudiar para protegernos del error y de un espíritu mundano. Lo que es verdad para todos es verdad especialmente para aquellos que son honrados con un papel especial en la iglesia, los ancianos.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba