ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para 13 de marzo

Calificaciones de los Líderes de Adoración

Versículo Clave: “Que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia.”
– 1 Tim. 3:9

Escritura Seleccionada:
1 Tim. 3:1-13

COMO VEMOS EN EL mundo hoy, muchos eclesiásticos predican a sí mismos más bien que predicar el Evangelio, las buenas nuevas del reino. Ellos procuran ser cabezas de iglesias, en vez de hacer que todos los miembros del cuerpo acudan directamente al Señor como su Cabeza. El Apóstol Pablo observó estas mismas cosas con respecto a los líderes religiosos de su día. Él dice que tienen una apariencia de piedad, pero niegan la eficacia de ella. (2 Tim. 3:5) Eran grandes defensores de días, formas, ceremonias, autoridades especiales, y eran muy estimados entre los hombres. Según el Apóstol, estas cosas eran y son desagradables ante el Padre Celestial. Los seguidores verdaderos del Señor, como sus ovejas, no sólo deben procurar reconocer la voz de su pastor y seguirle, sino también deben recordar seguir sólo a aquellos que son aprobados por el Señor.

El Señor nos ha dado en las escrituras las calificaciones necesarias de todos los que desean ser líderes en la iglesia, las cuales son la base de nuestra lección. El relato bíblico de 1 Tim.3:1 usa la expresión, “obispado.” Debería entenderse que esto se refiere a un superintendente, o un anciano, y no a la posición exaltada asociada históricamente con aquella palabra. El Apóstol Pablo dice, “no un neófito.” (1 Tim. 3:6) Esto claramente nos muestra que un líder no debe ser una persona inexperta o no probada, sino debe ser un estudiante de la palabra, bien fundada y establecida. Por esta razón, cada uno que se juzga digno de servir a aquellos en la iglesia como ancianos debe ser suficientemente maduro y conocido por sus miembros para justificar esta confianza.

Pablo da consejo muy explícito acerca de los que una ecclesia o una iglesia pueda reconocer correctamente para la posición humilde de un anciano. Él describe detalladamente lo que debe ser el carácter del candidato y la capacidad para servir a la iglesia. En su carta a Timoteo en cuanto a este tema, él enumera las calificaciones asegurándose de que no puede haber ninguna duda respecto a cuáles son ellas. Dirigiéndose a Tito, que era claramente otro superintendente general (Tito 1:5-11), él describe los deberes de un anciano para con la iglesia. El Apóstol Pedro dice al respecto, “Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos… Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella… no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey.” —1 Pedro 5:1-3

Los ancianos deben ser hombres generosos, hombres con vidas puras, no teniendo más que una esposa; y si tengan hijos debería notarse fácilmente que han ejercido una influencia positiva en ellos. No deben ser dobleces o engañosos, y no pendencieros o contenciosos. También deben tener una buena reputación fuera de la iglesia. Esto no quiere decir que el mundo vendría alguna vez a amar o a apreciar a aquellos que son santos sacrificadores de Dios, sino que nada despectivo se podría decir de ellos relativo a sus caracteres. Ellos deben ser honestos, rectos, justos, y sinceros. —1 Tim. 3:2-8

Las calificaciones de estos superintendentes son tan importantes porque ellos “guardan el misterio de la fe.” (1 Tim. 3:9) Se les han dado las claves para entender el Plan Divino de las Edades, el reino de Dios, y los tiempos y las sazones. Ellos tienen este entendimiento mediante el Espíritu Santo “aun lo profundo de Dios.” —1 Cor. 2:10



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba