EVENTOS SOBRESALIENTES DEL ALBA

Salvos Por La Sangre

“Y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer.” – Éxodo 12:7

A medida que entremos en otra temporada de la Pascua de Resurrección, que ocurre durante los meses primaverales de marzo o abril, la gente cristiana de todas partes del mundo se reúne para observar el Viernes Santo y el Domingo de Resurrección en conmemoración de la muerte y de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo.

Alrededor del mismo tiempo, el pueblo judío también se reunirá para celebrar la Fiesta de la Pascua. Cada grupo usa sus calendarios y sus tradiciones antiguas para determinar el tiempo exacto de celebrar las dos fiestas religiosas. A veces estos dos eventos pueden estar separados sólo por unos cuantos días y otras veces por algunas semanas. Según el registro bíblico el cordero de la Pascua fue degollado durante el día 14 del mes judío de Nisán que también corresponde a nuestros meses de marzo o abril.

Aunque los cristianos y los judíos distintamente celebran estos eventos importantes, hay quizás pocos que disciernan el sentido y el significado verdadero de la muerte y de la resurrección de Jesús que murió como el Salvador de la creación humana plagada por el pecado. El Apóstol Pedro explicó que son ciegos con respecto a un aprecio por las cosas profundas de Dios. “Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia.” (2 Ped.1:3) “Es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados.” —vs. 9

LAS INSTRUCCIONES DE DIOS

Al tiempo que se escribió nuestra escritura seleccionada, la nación de Israel se encontraba esclavizada en Egipto. Dios entonces mandó que su pueblo típico aplicara la sangre del cordero en los postes y en el dintel de sus casas. También se les ordenó comer del cordero degollado con pan ácimo e hierbas amargas. (Ex. 12:8) El contexto de esta escritura también proporciona otros detalles y perspectivas importantes en cuanto a las instrucciones especiales de Dios a los israelitas.

En el capítulo doce del libro de Éxodo leemos, “Habló Jehová a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo: Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año. Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia. Mas si la familia fuere tan pequeña que no baste para comer el cordero, entonces él y su vecino inmediato a su casa tomarán uno según el número de las personas; conforme al comer de cada hombre, haréis la cuenta sobre el cordero. El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras. Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes.” —Ex.12:1-6

EL CORDERO DEGOLLADO

Estas instrucciones explícitas contienen una gran cantidad de simbolismo significativo. La referencia a la “tierra de Egipto” señala el dominio actual de Satanás sobre la tierra y sus habitantes. “En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.” —2 Cor. 4: 4

El “principio de los meses” indica el tiempo exacto para la celebración de la Fiesta de la Pascua. Debía observarse cuando la primera nueva luna apareció después del equinoccio primaveral en el primer mes judío de Nisán. El cordero de sacrificio debía seleccionarse durante el “día 10” del mes. Esto representó la llegada antitípica de Jesús en Jerusalén (Mat 21:4) como “el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29) y en cumplimiento de la profecía de Zacarías. (Zac. 9:9) El animal debía ser un macho de un año y sin defecto que ilustra la perfección de Jesús como el futuro cordero antitípico. El cordero de la Pascua fue degollado y comido durante el día 14 de Nisán. La Fiesta de la Pascua comenzó al día siguiente y duró por siete días.

BAJO LA SANGRE

Además de estas instrucciones leemos, “Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así de los hombres como de las bestias; y ejecutaré mis juicios en todos los dioses de Egipto. Yo Jehová. Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto. Y este día os será en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis.” —Ex. 12:12-14

LOS PRIMOGÉNITOS

Estas escrituras hacen referencia a pasar por la tierra de Egipto en la “noche”. Esto tipifica la noche oscura del pecado y de la muerte por la cual pasa el pueblo de Dios durante la Edad Evangélica actual. Los “primogénitos” representan a la Iglesia de los primogénitos, que están bajo la sangre del cordero y por lo tanto son salvos de la muerte. Nadie más de entre el pueblo está sujeto a la muerte durante este período de tiempo.

LA TRIBU DE LEVI

Los primogénitos fueron cambiados más tarde por toda la tribu de Levi. “Habló además Jehová a Moisés, diciendo: He aquí, yo he tomado a los levitas de entre los hijos de Israel en lugar de todos los primogénitos, los primeros nacidos entre los hijos de Israel; serán, pues, míos los levitas. Porque mío es todo primogénito; desde el día en que yo hice morir a todos los primogénitos en la tierra de Egipto, santifiqué para mí a todos los primogénitos en Israel, así de hombres como de animales; míos serán. Yo Jehová.” —Num. 3:11-13

LA CONMEMORACIÓN

La sangre simboliza la vida y cuando el cordero fue degollado esto representó la vida sacrificada. La sangre del cordero sacrificado fue usada entonces de acuerdo con la voluntad divina para representar la sangre preciosa de nuestro Señor Jesús que se aplicaría muchos años más tarde a favor de la familia humana plagada por el pecado. La sangre sacrificada de Nuestro Señor es el único medio por el cual podemos ser salvos de la sentencia de muerte que fue impuesta sobre Adán y Eva debido a su desobediencia a la ley de Dios.

Dios mandó al pueblo típico de Israel de conmemorar el tiempo específico de este evento y observarlo cada año. Él expresamente dijo, “este día os será en memoria.” En el antitipo esto sirve para ilustrar la conmemoración más grande que Jesús instituyó cuando él y sus discípulos estaban reunidos en el cenáculo. Entonces él les pidió tomar del pan que representó su cuerpo quebrado, y la copa que simbolizó su sangre de sacrificio. Entonces les dijo, “haced esto en memoria de mí.” Él murió unas cuantas horas más tarde por los pecados del mundo.

“Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.” —Lucas 22:19, 20

LAS PLAGAS

Cuando a los israelitas se les dieron las instrucciones de Dios, el gran reloj de los siglos había sonado, marcando el tiempo para su liberación de la esclavitud egipcia. Sin embargo, sus capataces no quisieron ponerlos en libertad y rehusaron dejarlos ir para la tierra prometida de Canaán. Una tras otra el Señor envió varias plagas al pueblo de Egipto, pero les dio alivio cuando su Faraón buscó la misericordia e hizo promesas que no tuvo ninguna intención de cumplir.

Finalmente, Moisés, el siervo de Dios, anunció que una gran calamidad sería infligida sobre el primogénito de cada familia en Egipto y todos morirían en una sola noche. En las casas de los campesinos más humildes así como en el palacio del Faraón, ocurriría un gran lamento en todas partes de Egipto y ellos estarían felices de dejar ir a los israelitas.

“Y aconteció que a la medianoche Jehová hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito de los animales. Y se levantó aquella noche Faraón, él y todos sus siervos, y todos los egipcios; y hubo un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiese un muerto. E hizo llamar a Moisés y a Aarón de noche, y les dijo: Salid de en medio de mi pueblo vosotros y los hijos de Israel, e id, servid a Jehová, como habéis dicho. Tomad también vuestras ovejas y vuestras vacas, como habéis dicho, e idos; y bendecidme también a mí. Y los egipcios apremiaban al pueblo, dándose prisa a echarlos de la tierra; porque decían: Todos somos muertos.” —Ex.12:29-33

PREPARADOS PARA UN VIAJE

Se nota que las primeras tres plagas afectaron a todos en la tierra de Egipto, inclusive el distrito donde vivían los israelitas. Las siguientes seis plagas afectaron sólo el distrito ocupado por los egipcios. Se declaró que la última plaga afectaría toda la tierra de Egipto, inclusive la parte reservada para los israelitas que estaban bajo la sangre. Sin embargo, a los hijos de Israel se les ordenó demostrar fe y obediencia a la voluntad de Dios al proporcionar un cordero de sacrificio cuya sangre debía rociarse sobre los postes y el dintel de las casas y comer de la carne en la misma noche con hierbas amargas y pan ácimo. Tenían plena fe que no participaran en la calamidad debido a la sangre del cordero rociada sobre los postes y el dintel de sus casas cuando Dios azotaría a los primogénitos de Egipto con la muerte. Aquellos que comieron del cordero lo hicieron con la vara en la mano y con los lomos ceñidos para un viaje esperando que Dios forzara a los egipcios de dejarlos ir.

RASGOS DE LA LEY

Fue ordenado que los israelitas conmemoraran y celebraran esta Fiesta de la Pascua que les fue dada por Moisés. Esta era una de sus fiestas nacionales más grandes, y todavía es celebrada por los judíos en todas partes del mundo como una indicación del respeto y de la importancia que tienen por la costumbre antigua.

Todos los rasgos de la Ley Mosaica fueron divinamente diseñados para presagiar varias bendiciones que se derramarían sobre todas las familias de la tierra durante el futuro reino de Cristo. El sábado judío presagia una época aún más grande de descanso, de bendición, de liberación de la esclavitud, del lamento y de la muerte.

El cordero de la Pascua tipifica al Cordero de Dios, y su muerte presagia la muerte de Jesús como un hombre perfecto. La aspersión de la sangre del cordero simboliza la imputación del mérito de la muerte de Jesús sobre toda la familia de la fe, la clase pasada por encima durante esta noche de pecado y de muerte. Benditos son aquellos cuyos ojos de fe reconocen que Jesús fue en efecto el Cordero de Dios y que la cancelación del pecado del mundo es efectuada por el pago de la pena de Adán mediante cual todo el mundo perdió el favor de Dios y vino bajo la sentencia divina de la muerte.

Fue necesario que antes que se pudiera levantar esta maldición de muerte y sus tormentos de lamentos y dolores acompañantes, tenía que proporcionarse una satisfacción por la justicia. Como declara el Apóstol Pedro, “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu.” —1 Ped. 3:18

LAS PRIMICIAS

A medida que fue movido por el Espíritu Santo de Dios el revelador escribió, “Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente. Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas. Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra. Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero.” —Apoc. 14:1-4

Estas palabras inspiradas de Dios señalan al Cristo glorificado, cabeza y cuerpo, como “las primicias para Dios y para el Cordero.” Por lo tanto, se implica que habrá también “frutos secundarios” en el plan y el propósito final de nuestro amoroso Padre Celestial. Fue el propósito de Dios de salvar a todos los hijos de Israel. Como una nación fueron típicos de toda la familia humana a la cual se le dará la oportunidad de entrar en armonía con Dios y a la cual se le dará la vida eterna en la futura tierra de promesa.

De este modo toda la nación de Israel fue liberada milagrosamente por el Señor mediante Moisés. Fueron llevados por él sobre un camino a través del Mar Rojo que les había estado preparado especialmente por el poder divino que controló los vientos y las mareas. Ningún israelita fue dejado atrás. Este maravilloso acontecimiento ilustra la liberación final del mundo entero del poder de Satanás y de cada criatura que entre en acuerdo con las leyes justas que se establecerán bajo la administración del futuro reinado de Cristo en la tierra.

LAS DOS PASCUAS

La liberación de la muerte dependía de que los hijos primogénitos de Israel permanecieran bajo la sangre del cordero cuando el ángel heridor de Dios pasó por encima. Ellos fueron los únicos que estaban bajo la sangre y que estaban sujetos a la muerte. Todos fueron liberados aquella noche como fue demostrado en el cuadro típico.

Durante la Edad Evangélica actual los seguidores de Jesús están bajo la sangre también. Ellos han aceptado el mérito de la sangre de Jesús que los salva de la destrucción. Ellos observarán la pascua antitípica o la salvación de los primogénitos de Israel. Ellos están siendo llamados antes del mundo y sus ojos de entendimiento han sido abiertos a una comprensión de su condición de pecado y de esclavitud y su necesidad de la liberación. Ellos han respondido a la gracia maravillosa de Dios y han entregado sus vidas en plena consagración. A causa de su fe en la sangre derramada del cordero antitípico, ellos han sido engendrados por el Espíritu Santo de Dios.

El Apóstol Pablo explica que la consagración es un bautismo en la muerte de Jesús. “¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección.” (Rom. 6:3-5) Santiago escribió, “El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.” —Santiago 1:18

Es asunto de vida o muerte si aquellos que han entregado sus vidas a Dios no permanezcan en la familia de la fe y bajo la sangre preciosa de la aspersión. Salir de esta condición de gracia implicaría una indiferencia por la piedad de nuestro amoroso Padre Celestial. Significaría que no aprecian su bondad o su parte en el poder redentor de la sangre del Cordero. “Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados.” —Heb.10:26

LA PASCUA DEL MUNDO

Durante la Edad Evangélica actual los miembros de la Iglesia de los primogénitos han recibido el mérito de la sangre de Jesús. “Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios.” (Heb. 9:24) Cuando este trabajo haya sido completado el mérito de la sangre de nuestro Salvador se hará disponible para toda la familia humana. Jesús dijo, “Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.” —Juan 10:14-16

El segundo gran “pasar por encima” que ocurrió en la tierra de Egipto fue la liberación de la nación de Israel cuando fueron llevados por Moisés a través del Mar Rojo. Todos los asuntos acerca de los tipos o las figuras presagian un significado y un propósito más alto. En este evento notable se demuestra la recuperación final de toda la creación humana de la esclavitud del pecado y de la muerte. Las bendiciones prometidas estarán disponibles al mundo bajo el establecimiento del futuro reino de Cristo y los términos del Nuevo Pacto. Entonces a todos los que desean seguir la justicia y obedecer al mayor Moisés, nuestro Señor Jesús, se les darán derechos de vida que fueron perdidos debido al pecado.

La noche larga de pecado y de muerte habrá pasado y la mañana gloriosa de la liberación habrá venido. El “Cristo”, cabeza y cuerpo, seguirá adelante y liberará a todo Israel, a todo el pueblo de Dios. Entonces todos conocerán y se regocijarán en venerar, honrar y obedecer la voluntad de Dios. En el fin de aquella futura edad del reino de Cristo, todo el mal y todos los malhechores serán cortados de la vida.

CRISTO NUESTRA PASCUA

Cuando el Apóstol Pablo escribió a los hermanos en Corinto les dijo, “Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad.” —1 Cor. 5:7, 8

En esta escritura el apóstol se dirigió a la iglesia de los primogénitos cuyos nombres están inscritos en los cielos. (Heb.12:23) Él les amonestó a limpiarse de todo pecado y mal como representado por la levadura de malicia y maldad, y buscar la justicia y la Verdad como ilustrado por tomar del pan ácimo.

Al comer del cordero, apropiamos el mérito de Cristo a nosotros mismos. Nos vestimos de Cristo hasta lo sumo de nuestra capacidad y somos transformados a su imagen gloriosa en nuestros corazones. Nos alimentamos con él aun como los judíos se alimentaron con el cordero literal. Las hierbas amargas estimularon y abrieron los apetitos de los israelitas, y sirven para demostrar nuestras experiencias y pruebas amargas. Estas se nos proporcionan para ayudarnos a deshabituar nuestros afectos de las cosas terrenales y darnos un apetito creciente a fin de que podamos alimentarnos con el Cordero y con el pan ácimo de la Verdad.

En el mundo no tenemos ninguna ciudad permanente, pero como forasteros y viajeros vamos con la vara en la mano y con los lomos ceñidos para el viaje al Canaán celestial. Todas las bendiciones gloriosas que nuestro amoroso Padre Celestial tiene en reserva para la iglesia de los primogénitos serán dadas a aquellos que han aceptado fielmente al Cordero de Dios y el mérito de su sangre redentora.

QUE CELEBREMOS LA FIESTA

Cuando celebramos la fiesta de nuevo este año, regocijémonos en la sangre preciosa de Jesús que fue derramada a favor de nosotros y que será declarada al mundo a su debido tiempo. “Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.” —Heb.13:20, 21



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba