ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para 23 de enero

La Misión del Siervo en el Mundo

Versículo Clave: “Dice: Poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures el remanente de Israel; también te di por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra.”
– Isaías 49:6

Escritura Seleccionada:
Isaías 49:1-6

LA LECCIÓN DE HOY ES una profecía hermosa del trabajo del hijo de Dios, Jesús, que se hizo un siervo por todos. “Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria.” (Isa. 49:1) Aquí, en profecía, vemos al hijo de Dios, Jesús, como el que fue llamado desde el vientre de su madre María. Confirmando esto son las palabras, “Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.” —Lucas 1:30,31

“Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano.” (Isa. 49:2) En estas palabras también vemos que hablan de Jesús proféticamente. Juan el Revelador declara acerca del Jesús glorificado, “De su boca salía una espada aguda de dos filos.” (Rev 1:16) Este lenguaje simbólico está lleno de sentido. Primero, demuestra que Jesús, como el siervo designado de Dios, es su vocero, hablando sólo aquellas cosas que provienen de Dios. Segundo, las palabras que proceden de la boca de Jesús se representan como ‘una espada aguda de dos filos.’ Esto demuestra que no es la intención de Dios de usar armas carnales para sojuzgar a este presente mundo malo. Al contrario, su palabra de Verdad, dado por su Hijo glorificado, será la espada que mata las enseñanzas falsas de Satanás, y las tradiciones y las supersticiones de los hombres caídos.

La importancia del Versículo Clave de nuestra lección está atestiguada por el hecho de que estas palabras están citadas en tres lugares diferentes en el Nuevo Testamento. Cuando el devoto Simeón vino a Jerusalén para ver al niño Jesús, él declaró, “Porque han visto mis ojos tu salvación, la cual has preparado en presencia de todos los pueblos; luz para revelación a los gentiles, y gloria de tu pueblo Israel.” (Lucas 2:30-32) Cuando Pablo y Bernabé comenzaron su ministerio con el evangelio, ellos también recordaron las palabras del profeta, declarando, “Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: te he puesto para luz de los gentiles, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra.” (Hechos 13:47) Qué fortificante para la fe es la confirmación dada por Pablo y Bernabé a las palabras del profeta que esta salvación no será sólo para unos cuantos, sino ‘hasta lo último de la tierra.’

La tercera referencia a nuestro Versículo Clave en el Nuevo Testamento encontramos más tarde en el ministerio de Pablo, cuando él estuvo de pie delante del Rey Agripa y testificó acerca de su comisión para predicar el evangelio de Cristo. Él declara, “Persevero hasta el día de hoy, … no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de suceder: Que el Cristo había de padecer, y ser el primero de la resurrección de los muertos, para anunciar luz al pueblo y a los gentiles.” (Hechos 26:22,23) Tan lógico, tan razonable, fue el testimonio de Pablo delante del Rey Agripa que el rey hizo esta declaración notable en respuesta a Pablo: “Por poco me persuades a ser cristiano.” (Hechos 26:28) Cuánto esperamos con ilusión el tiempo cuando Agripa, y toda la humanidad, no sólo oirán, sino entenderán y apreciarán las palabras que provienen de Dios por la boca de sus siervos.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba