ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para el 26 de diciembre

Los Magos confirman el Nacimiento del Mesías

Versículo Clave: “Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo”
– Mateo 2:10.

Escritura Seleccionada:
Mateo 2.

OBSERVAMOS LA ESCRITURA, “Como el pueblo estaba en expectativa, preguntándose todos en sus corazones si acaso Juan sería el Cristo” – Lucas 3:15. Que aun los gentiles, estaban a la espera de un Mesías, se demuestra por la visita de los magos (en griego, Magi, sabios) que llegaron desde el oriente. “Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos” – Mateo 2:1. El término originalmente pertenecía a una clase de sacerdotes entre los medos y los persas, que constituían el consejo del rey y practicaban astrología.

Los escritores antiguos hacen frecuentes referencias a ellos y el término se aplicó más tarde a todos los filósofos orientales. En las Naciones del Extremo Oriente durante mucho tiempo existía una tradición que Dios iba a descender a la tierra de forma visible. El profeta Daniel hizo mención de estos hombres sabios. Él fue una vez un príncipe de Persia y era bien conocido por los discípulos de Zoroastro (Daniel 2:48). Sus profecías fueron conocidas por ellos, como fueron probablemente los cálculos mediante los cuales señalaron el momento del nacimiento del Mesías. La creencia más evidente fue que este niño desde el cielo iba a nacer en Judea, que ejercería el dominio en el mundo entero y establecería una edad de oro. La estrella milagrosa en el oriente, que algunos de los sabios gentiles fueron inducidos a buscar, hizo finalmente su aparición y los guiaría a la luz maravillosa del mundo. “Lo veré, mas no ahora; Lo miraré, mas no de cerca; Saldrá ESTRELLA de Jacob, Y se levantará cetro de Israel, Y herirá las sienes de Moab, Y destruirá a todos los hijos de Set” – Números 24:17.

“Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle” – Mateo 2:1,2. Ellos habían llegado a Jerusalén; recorriendo una gran distancia para observar personalmente lo que pensaban iba a ser el cumplimiento de sus creencias. Explicaron, cuando llegaron, que venían a ver ‘el que ha nacido Rey de los Judíos’, porque habían visto su estrella en el oriente y venían a adorarle. “Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta: Y tú, Belén, de la tierra de Judá, No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, Que apacentará a mi pueblo Israel” – Mateo 2:5,6.

Al salir de Belén, volvieron a ver la estrella y se alegraron, ya que los llevaría al lugar “donde estaba el niño” (Mateo 2:9,10). “Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra” – Mateo 2:11. Estos regalos también tienen un significado especial y nos señalan cómo debemos presentar nuestros corazones a él (Lucas 12:34).

Los sabios mostraron su reverencia al poderoso Dios de Israel, su fe en las profecías inspiradas por Dios, su celo como buscadores de la verdad y su humildad a consultar al Dios de otra nación. Bendito sea el Señor Dios de Israel, alabanza a Dios, la verdadera fuente “de toda buena dádiva y todo don perfecto” (Santiago 1:17).



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba