| ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA |
Lección para el 24 de octubre
Un Pueblo Fiel
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Versículo Clave: “Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia” Escritura Seleccionada: |
LA FE EN LA EFICACIA DEL SACRIFICIO DE CRISTO por nuestros pecados es una doctrina fundamental por la cual las nuevas criaturas pueden desarrollar un carácter agradable a Dios. Al observar mayor evidencia del favor Divino después de la consagración, nuestras vidas hacen la voluntad del Padre Celestial, ‘la gracia y la paz’ debe ser ‘multiplicada’ en nuestros corazones a medida que avanzamos por el camino estrecho (2 Pedro 1:1,2).
Nuestro Versículo clave nos asegura que a través del poder de Dios, la provisión es hecha para nuestro éxito en el caminar cristiano y el logro de una vida de santidad.
Como un elemento importante en nuestro desarrollo como Nuevas Criaturas, el Padre Celestial ha suministrado alimento espiritual en su Palabra, considerada vital, esta se traducirá en nuestra participación de la Naturaleza Divina siendo coherederos con nuestro Señor en su Reino.
Dado que esta epístola se dirige a los cristianos, Pedro reconoce que su público ya posee la fe y continúa con la descripción de siete atributos adicionales que serían necesarios para que la nueva criatura sea completada (2 Pedro 1:5-7).
Por lo tanto, a nuestra fe debe añadirse virtud, fuerza de carácter en justicia, que nos separarán del mundo y su espíritu. Además siendo veraces en todas nuestras relaciones, tenemos que superar las malas tendencias asociadas con nuestra carne caída, como hablar mal o suponer el mal.
Debemos agregar a la bondad, el conocimiento. Esta gracia implica una comprensión más profunda de Dios, según se revela en su Palabra. Cuanto más estudiamos la Biblia, su carácter será revelado a nosotros y por lo tanto vamos a tratar de emularlo.
El dominio propio es el siguiente elemento mencionado del carácter que hay que añadir. Tenemos que dominar nuestra carne y someterlo a las obras, nos referimos a la ira, malicia, odio y conflictos en nuestros corazones. La paciencia es la siguiente cualidad que se debe añadir, esto implica constancia o resistencia de la aflicción, en pleno sometimiento a la voluntad Divina.
La piedad es el elemento adicional que se explica por sí mismo. Refleja semejanza con Dios y encarna reverencia, alegría y conformidad amorosa al realizar la voluntad del Padre Celestial. También resume la santidad al más alto nivel. El afecto fraternal también se va a agregar a la lista de gracias que el cristiano tiene que desarrollar. Aquí hay una exhortación que se dirige a esta característica. “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo” – Efesios 4:32.
El elemento final por añadir es el amor ágape que nos impulsa a hacer el bien a todos según tengamos oportunidad, incluso a nuestros enemigos (Mateo 5:44). Los creyentes que tienen una fe verdadera en Dios serán obedientes a su Palabra y demostrarán su mérito para recibir la recompensa más alta posible y alcanzable. “Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” – 2 Pedro 1:10,11.