ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para el 26 de setiembre

Nehemías: Un Motivador para el Pueblo

Versículo Clave: “Entonces les declaré cómo la mano de mi Dios había sido buena sobre mí, y asimismo las palabras que el rey me había dicho. Y dijeron: Levantémonos y edifiquemos. Así esforzaron sus manos para bien”
– Nehemías 2:18.

Escritura Seleccionada:
Nehemías 2.

CATORCE AÑOS DESPUES del regreso de Esdras a Jerusalén, Nehemías dirigió un grupo de hombres, restauraron las paredes y la autoridad civil. Este libro es un registro de los acontecimientos que tuvieron lugar durante un período de once años. Es un libro histórico, supervisado por la Providencia Divina, destinado a la instrucción y edificación del pueblo de Dios. Muchos buenos ejemplos de la fe individual que actúa sobre la Palabra escrita se registran en sus versículos.

Aunque el libro de Nehemías es principalmente de naturaleza histórica, narra la historia de la renovación de la población en la nación de Israel. El capítulo uno por ejemplo, representa su convicción y confesión de pecados, nuestra escritura seleccionada del capítulo dos incluye la sincera determinación de reconstruir, el capítulo tres se refiere al reparto del trabajo de la reconstrucción real de la defensa mediante la santificación (apartarse de lo malo), los capítulos restantes cubren el ataque externo, las tentaciones del adversario que a veces se muestra disfrazado; la confesión de nuestras debilidades, la importancia de una relación de pacto con Dios, los intentos de hacer todo lo posible para vivir una vida santa; el reconocimiento de Dios en todo y la renovada influencia del Espíritu de Dios.

Nehemías era un israelita de la tribu de Judá. Pertenecía a una de las familias prominentes de la cautividad babilónica que había regresado a Jerusalén bajo el decreto de Ciro (Esdras 6:1-3). Ocupaba una posición confidencial con Artajerjes, el rey persa. Durante este tiempo, los judíos se habían convertido en un número considerable y eran despreciados por sus vecinos, que querían expulsarlos de la tierra. Sus enemigos, aprovechándose de las debilidades del rey que reinaba sobre ellos, habían deteriorado las paredes y puertas de la ciudad de Jerusalén reconstruidas y las habían echado a perder. El complot había sido ideado para lograr el completo exterminio de los israelitas el mismo que habría tenido éxito si no hubiera sido detenido por la intervención Divina (Ester 3:13). Cuando Nehemías escuchó esta noticia, se preocupó mucho porque tenía un amor grande por la tierra de la promesa.

“Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos” – Nehemías 1:4. Él oró de esta manera durante cuatro meses, hasta que un día su plegaria fue escuchada por las promesas del perdón, la misericordia y la reconciliación con Dios (Deuteronomio 30:4). Durante una reunión con Artajerjes, el rey se dio cuenta de la tristeza de Nehemías. Es así que Nehemías tuvo la ocasión para pedirle al rey que lo enviara a Jerusalén para reconstruir todo lo que había sido destruido (Nehemías 2:3-7). Podría haber sido sentenciado a muerte por esto, pero el rey le concedió todo lo que él pidió.

Al llegar a Jerusalén, Nehemías tuvo todo el derecho a trabajar en su tarea asignada. Como una evidencia de que sus corazones estaban en su trabajo, toda la pared fue restaurada en cincuenta y dos días.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba