EVENTOS SOBRESALIENTES DEL ALBA

La Tierra: Tambaleándose de un lado a otro

“Será quebrantada del todo la tierra, enteramente desmenuzada será la tierra, en gran manera será la tierra conmovida. Temblará la tierra como un ebrio, y será removida como una choza; y se agravará sobre ella su pecado, y caerá, y nunca más se levantará”
– Isaías 24:19,20.

AL OBSERVAR el tiempo desde la antigüedad hasta nuestros días, el profeta Isaías escribió acerca de un tiempo cuando las condiciones en la tierra se deterioren y sus instituciones se muestren inestables, a tal punto, que podrían ser descritas como un hombre mareado tambaleándose ‘de aquí para allá’. Esta precisión retrata vívidamente nuestra actualidad con estructuras sociales, políticas, financieras y eclesiásticas que se están viniendo abajo, se esfuman y se están disolviendo ante nuestros ojos. Estas instituciones que han existido durante siglos están siendo destruidas y nunca volverán a levantarse.

La referencia al compararla con un individuo mareado, describe el curso incierto de los que están tratando de guiar a los indecisos, un mundo agonizando en nuestros días según la profecía. Un sujeto mareado no sólo es inestable al caminar, sino que se agarra a cualquier objeto que tenga a la vista o que él piensa que lo está, con la finalidad de apoyar sus pasos vacilantes. Esta es la posición de los líderes mundiales en la actualidad. No importa las medidas que se tomen, el pecado acumulado en el mundo lo describe como indignos de continuar como líderes. La determinación del Padre Celestial es castigar y destruir las instituciones de la tierra a causa de sus transgresiones.

TIEMPOS DESESPERANTES

Durante los últimos años de la presente Edad del Evangelio, estos pensamientos y palabras alarmantes desde mucho antes cuentan la verdad de lo que ahora realmente está sucediendo. Las palabras y términos describen los peligros extremos que ahora enfrenta el mundo y sus habitantes. Los corazones de la gente, especialmente los diplomáticos y líderes políticos en posiciones de autoridad están cada vez más llenos de desesperación y ansiedad.

Lucas, el historiador de la Biblia, ofrece otra visión del nivel de angustia entre las naciones. En lenguaje simbólico, escribió, “Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas” – Lucas 21:25,26.

NINGUNA SOLUCION

Las estadistas internacionales, en un esfuerzo por buscar soluciones se apresuran a hacer frente al deterioro de la situación, pero con poco éxito. Intentos débiles del hombre para evitar la creciente ola de descontento y anarquía, procuran encontrar soluciones a los diversos problemas. Hay focos de conflicto enconados en muchos lugares de la tierra, cualquiera de ellos muy pronto podría estallar y precipitar un mayor caos, confusión e incertidumbre. Estamos asistiendo a la culminación de seis mil años de pecado, violencia y muerte, el mundo está fuera de control debido al odio, orgullo y egoísmo. Dado que las condiciones se vuelven más desesperadas cada día, incluso los líderes del mundo no están de acuerdo sobre la mejor manera de manejar este complejo asunto y la variedad de problemas complicados que enfrenta la familia humana.

El salmista habló también de la angustia de nuestros días, que tendría ocupados a los líderes del mundo al final de los tiempos tratando de buscar soluciones. “Ellos han visto las obras de Jehová, Y sus maravillas en las profundidades. Porque habló, e hizo levantar un viento tempestuoso, Que encrespa sus ondas. Suben a los cielos, descienden a los abismos; Sus almas se derriten con el mal. Tiemblan y titubean como ebrios, Y toda su ciencia es inútil” – Salmo 107:24-27.

SACUDIENDO LAS NACIONES

Si la paz pudiera establecerse en una región, todavía habría muchos otros lugares en conflicto. No importa la forma, las naciones se enfrentan a una creciente violencia. Esto se simboliza cuando lo describe el profeta: “Terror, foso y red sobre ti, oh morador de la tierra. Y acontecerá que el que huyere de la voz del terror caerá en el foso; y el que saliere de en medio del foso será preso en la red; porque de lo alto se abrirán ventanas, y temblarán los cimientos de la tierra” – Isaías 24:17,18.

TERMINOS LITERALES Y SIMBOLICOS

La palabra “tierra” ha sido usada en muchas profecías y es importante reconocer si se refiere al planeta tierra en forma literal o si tiene una aplicación simbólica.

Se nos asegura, “Generación va, y generación viene; mas la tierra siempre permanece” – Eclesiastés 1:4. Los turbulentos acontecimientos que fueron predichos y ahora están sucediendo, se llevarán a cabo en la tierra literal.

Esto es traído a nuestra atención por el salmista, quien escribió: “Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar; Aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su braveza” – Salmo 46:1-3.

Estas palabras proféticas presentan una descripción gráfica de los acontecimientos en el mundo actual, hacen referencia a la tierra que está siendo “eliminada” y que también se está “derritiendo”. La profecía nos lleva a través del presente tiempo de problemas hacia el momento en que se realizará la intervención Divina en los asuntos humanos. A través del salmista, nos enteramos de la voluntad y el último propósito de la relación del Padre Celestial con su creación humana. “Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios, El santuario de las moradas del Altísimo. Dios está en medio de ella; no será conmovida. Dios la ayudará al clarear la mañana. Bramaron las naciones, titubearon los reinos; Dio él su voz, se derritió la tierra” – Salmo 46:4-6.

A medida que continuamos examinando este salmo maravilloso, leemos más al respecto: “Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah. Venid, ved las obras de Jehová, Que ha puesto asolamientos en la tierra. Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra. Que quiebra el arco, corta la lanza, Y quema los carros en el fuego. Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah” — Salmo 46:7-11.

Tenemos la entera seguridad por las maravillosas promesas de Dios, que el planeta tierra en el que todos vivimos, sobrevivirá a los juicios de Jehová que vienen sobre las malas instituciones del mundo, manejadas con orgullo y egoísmo. Estas estructuras de la sociedad han existido en la tierra durante muchos siglos. El salmista ha utilizado términos simbólicos para describir la tierra destruida y las montañas siendo llevadas en medio del mar. La remoción de la tierra, habla del mundo de Satanás que finalmente será destruido. Las montañas que son llevadas en medio del mar, son las naciones de este mundo que están siendo eliminadas para dar paso al Reino de Cristo, de la Verdad y la Justicia. La creciente ola de anarquía que cada vez se vuelve más evidente en última instancia, logrará esta destrucción.

La humanidad no tiene porque temer al mirar hacia adelante esta destrucción inevitable, aun cuando el autor del Salmo 46 ha proclamado: Dios es nuestro amparo y fortaleza; observando la agitación actual del mundo y el glorioso Reino de Cristo que pronto se establecerá por toda la tierra.

LOS DIAS SON ACORTADOS

Jesús dijo que estos días de angustia se acortarían. Mateo registró esta profecía importante: “Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados” – Mateo 24:21,22. Es necesario tomar en cuenta las palabras del Señor, cuando dijo: “Porque aquellos días serán de tribulación cual nunca ha habido desde el principio de la creación que Dios creó, hasta este tiempo, ni la habrá. Y si el Señor no hubiese acortado aquellos días, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos que él escogió, acortó aquellos días” – Marcos 13:19,20.

Nuestro Señor estaba hablando de la tierra simbólica, el actual orden social que será destruido por completo. La familia humana sobrevivirá y vivirá a través del tiempo angustioso. Este hecho está asegurado y es registrado por el profeta Sofonías, “Por tanto, esperadme, dice Jehová, hasta el día que me levante para juzgaros; porque mi determinación es reunir las naciones, juntar los reinos, para derramar sobre ellos mi enojo, todo el ardor de mi ira; por el fuego de mi celo será consumida toda la tierra. En aquel tiempo devolveré yo a los pueblos pureza de labios, para que todos invoquen el nombre de Jehová, para que le sirvan de común consentimiento” – Sofonías 3:8,9.

EL MONTE DEL SEÑOR

El profeta Miqueas escribió también en términos simbólicos apuntando al futuro Reino de Cristo y su establecimiento en toda la tierra. Él profetizó: “Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos” – Miqueas 4:1. El profeta estaba hablando de un tiempo futuro cuando el Reino del Señor se establecerá sobre todas las naciones y la gente en la tierra será bendecida bajo su gobierno justo. “Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová” – Miqueas 4:2. La gente será enseñada en los caminos de la Verdad y la Justicia a través de las dos fases del Reino. Sión representa el reino espiritual de Cristo y sus fieles seguidores desde donde las leyes de Dios serán administradas. Los representantes del Reino en la tierra estarán conformados por los notables de edad quienes enseñarán al pueblo los caminos de la Verdad y la Justicia.

Leemos: “Y él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra. Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente; porque la boca de Jehová de los ejércitos lo ha hablado. Aunque todos los pueblos anden cada uno en el nombre de su dios, nosotros con todo andaremos en el nombre de Jehová nuestro Dios eternamente y para siempre” – Miqueas 4:3-5. A partir de estas palabras proféticas, sabemos que el hombre ya no aprenderá, ni practicará las artes de la terrible guerra, en cambio cada uno de ellos aprenderá a amar a su prójimo, andará en los caminos de Dios y la justicia.

LAS AGUAS CORRIENDO

Otro de los profetas de Dios ha escrito en términos simbólicos acerca de los acontecimientos de nuestros días, diciendo: “¡Ay! multitud de muchos pueblos que harán ruido como estruendo del mar, y murmullo de naciones que harán alboroto como bramido de muchas aguas. Los pueblos harán estrépito como de ruido de muchas aguas; pero Dios los reprenderá, y huirán lejos; serán ahuyentados como el tamo de los montes delante del viento, y como el polvo delante del torbellino” – Isaías 17:12,13.

Isaías menciona a las montañas siendo llevadas en medio del mar, lo que ilustra gráficamente uno de los signos que deberíamos esperar ver durante el final de la Edad del Evangelio, durante este tiempo el mundo de Satanás se está ‘derritiendo’. Esto está ocurriendo en muchas partes del mundo. Sobre la base de la Palabra de Dios, no podemos esperar que las montañas sean rescatadas del mar y escapen a la oleada de la anarquía. Estos eventos caóticos contribuirán a la disolución definitiva de todos los gobiernos terrenales y el ‘mar’ (de la humanidad) se convertirá en una anarquía con estragos que causarán la destrucción total de este presente siglo malo.

EL ORDEN PERVERTIDO

El orden social actual está siendo más y más perverso. Sus baluartes se están desmoronando y sus estándares están desmoralizados. La ruina económica y la decadencia se manifiestan por todas partes, mientras que el egoísmo y la irresponsabilidad están carcomiendo como un cáncer las entrañas de una civilización agonizante. Esto está afectando a toda clase de gente, ricos y pobres por igual, también los religiosos y los no religiosos. Al respecto, el profeta escribió: “Y sucederá así como al pueblo, también al sacerdote; como al siervo, así a su amo; como a la criada, a su ama; como al que compra, al que vende; como al que presta, al que toma prestado; como al que da a logro, así al que lo recibe. La tierra será enteramente vaciada, y completamente saqueada; porque Jehová ha pronunciado esta palabra” – Isaías 24:2,3.

TESOROS DE LA TIERRA

Las condiciones malas en todo el mundo están empezando a cumplirse en todas las clases con esta descripción de angustia. El apóstol Santiago escribió: “¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán. Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de polilla. Vuestro oro y plata están enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros” – Santiago 5:1-3.

Los ricos no son los únicos que sufren en los últimos días del mundo de Satanás. La economía de la tierra es caótica y todas las clases están sufriendo. En muchas partes del mundo, las condiciones económicas se han convertido intolerables. La pobreza extrema y el hambre están cerca al común de las gentes y no existe esperanza. “Se destruyó, cayó la tierra; enfermó, cayó el mundo; enfermaron los altos pueblos de la tierra” – Isaías 24:4.

SENTENCIA DE FUEGO

El apóstol Pedro también escribió sobre tiempos de grandes problemas que ahora son una realidad, la desintegración de las instituciones simbólicas de la tierra. Lo describió en su segunda epístola, escribiendo, “Pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos” – 2 Pedro 3:7. El fuego es un poderoso símbolo de la destrucción, identifica las sentencias de fuego del sabio y amoroso Padre Celestial.

Los juicios de Dios vendrán sobre la tierra en forma inesperada. “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas” – 2 Pedro 3:10. Los distintos elementos que forman la estructura social actual son de fusión bajo el intenso calor.

Mientras somos testigos de estos acontecimientos que tienen lugar, no sentimos temor al igual que otras personas. “Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz” – 2 Pedro 3:11-14.

Nuestro principal interés en la actualidad es el reconocer la manera en que las profecías escritas hace muchos siglos están siendo cumplidas. Satanás es el “dios de este siglo” (2 Corintios 4:4) y su imperio está siendo derrotado. Será sustituido por un orden mundial nuevo y glorioso establecido en el futuro Reino de Cristo.

LA PAZ DURADERA

El propósito Divino en la destrucción de las presentes instituciones del mal de este mundo es mencionado por el profeta Hageo, quien escribió: “Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos” – Hageo 2:6,7. Uno de los deseos y anhelos de todos los pueblos de la tierra es la paz, que pueda ser duradera y universal. Estamos seguros por las maravillosas promesas de Nuestro Amoroso Padre Celestial, que cuando el proceso de estabilización sea logrado, las instituciones egoístas y orgullosas de los hombres serán destruidas, entonces el deseo de todas las naciones ocurrirá.

JUICIOS NECESARIOS

Los juicios desoladores que Dios realizará en la tierra está relacionada con la destrucción del mundo de Satanás. Esto será reconocido por la gente cuando observen que el camino está despejado para que el Reino de Cristo sea establecido sobre la tierra. Qué maravilloso es tener la seguridad que el ruido de la multitud de la gente tan igual como el ruido de las muchas aguas será acallado, que a través de lo señalado en el Reino Mesiánico Justo, el Señor dirá: “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra” – Salmo 46:10.

Las profecías revelan que son necesarios los problemas, más angustia y destrucción para humillar a las naciones; asimismo preparar a las personas para el Reino Glorioso de Cristo que creemos está cerca. Es interesante notar el uso frecuente del término “tierra” en las profecías para describir los diversos aspectos del problema destructivo que existe sobre la humanidad. Es evidente que las naciones aún no han sido humilladas lo suficiente para establecerse el Reino futuro.

LA CASA DEL SEÑOR

Cuando el reino de Cristo sea establecido, la gente de la tierra fácilmente responderá a las bendiciones que estarán a su disposición por ser obedientes a la Voluntad Divina. “Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones” – Isaías 2:2. La humanidad aprenderá a caminar en los senderos de Dios: “Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra” – Isaías 2:3,4.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba