ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para el 22 de agosto

Dios llama a la Obediencia

Versículo Clave: “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón”
– Deuteronomio 6:4-6.

Escritura Seleccionada:
Deuteronomio 6

LA LECCION DE HOY SE RELACIONA al recordatorio hecho por Moisés a los hijos de Israel para seguir los mandamientos de Dios ordenado años antes a los padres de la generación actual. Al obedecer estas leyes, las bendiciones de Dios se realizarán al disfrutar vida larga, felicidad, prosperidad y numerosos descendientes (Deuteronomio 6:1-3).

Nuestro Versículo Clave subraya el principio que Dios iba a ser el único que reciba la adoración, el afecto y la lealtad de Israel. Estas palabras implican un amor sincero hacia él, no sólo de palabra, sino también de verdad. Este tema del amor, la obediencia y reverencia hacia Dios era de gran importancia, de tal modo que iba a ser un tema de meditación, instrucción a los niños y el comentario frecuente con los demás. “Y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas” – Deuteronomio 6:7-9.

En consonancia con la exhortación anterior, el dar toda la adoración y el amor a Dios, consciente que los israelitas habían estado en contacto con la idolatría en Egipto y que volverían a estarlo al entrar en Canaán, el asunto de la adoración falsa o que fueran en pos de dioses ajenos, era un delito grave y la ira de Dios se encendería contra su pueblo si se violaba este mandamiento (Deuteronomio 6:14,15).

A pesar de estas advertencias, más adelante Israel en repetidas ocasiones adoraría a otros dioses. “Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales. Dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira a Jehová. Y dejaron a Jehová, y adoraron a Baal y a Astarot. Y se encendió contra Israel el furor de Jehová, el cual los entregó en manos de robadores que los despojaron, y los vendió en mano de sus enemigos de alrededor; y no pudieron ya hacer frente a sus enemigos” – Jueces 2:11-14.

Los creyentes cristianos no están en peligro de adorar a ídolos de madera o de piedra. No obstante, la apreciación de nuestro gran llamado nos hace dar nuestra adoración y alabanza a Dios como la prioridad en nuestros corazones. Bajo ninguna circunstancia debemos levantar ídolos en nuestras vidas, incluyendo nuestra familia, la búsqueda de riqueza, el deseo de ser reconocido por otros, ni siquiera a los hermanos que nos ministran en la congregación.

Este principio también es dado como una advertencia para nosotros en el capítulo final de la Biblia, donde está escrito: “Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas. Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios” – Apocalipsis 22:8,9.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba