ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para el 25 de julio

Dios llama al Pueblo a Regocijarse

Versículo Clave: “Y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra a todos sus moradores; ese año os será de jubileo, y volveréis cada uno a vuestra posesión, y cada cual volverá a su familia”
– Levítico 25:10.

Escritura Seleccionada:
Levítico 25:8-24

LA LECCION DESCRIBE una característica de la Ley de Israel llamada el Jubileo. La palabra significa “aclamación de alegría”. En las instrucciones que Dios dio a Moisés, como se cita en el Versículo Clave, cada cincuenta años iba a ser un año del Jubileo. Un año de gran reverencia hacia Dios, con mucha alegría y agradecimiento por sus bendiciones múltiples para todo el pueblo.

Una de las características más importantes del año jubilar fue la proclamación de la libertad para todo el pueblo. Si alguien había vendido sus posesiones en años anteriores con el fin de proveer a su familia o por alguna otra razón de necesidad, estas posesiones debían ser devueltas a ellos en el año del Jubileo. Del mismo modo, si alguien había sido vendido como siervo o esclavo durante los años transcurridos desde el Jubileo pasado, se les consideraba ahora como libres y podían volver a sus familiares. Incluso la tierra sería libre de ser trabajada durante el año del Jubileo. En lugar de plantar y cosechar, las personas debían comer de lo cosechado años anteriores, lo que permitiría el reposo de la tierra (Levítico 25:25,27).

Aparte de las instrucciones dadas a Israel acerca el año del Jubileo, muy poco se sabe al respecto de esta característica de la Ley. Sin embargo, en lo citado anteriormente, vemos un cuadro apropiado en relación con la humanidad y el glorioso Plan de salvación que Dios ha preparado en forma definitiva. Desde la caída de Adán y Eva en el pecado, la humanidad ha sido esclavizada en sus consecuencias. Las posesiones originales del hombre; vida, paz, salud y felicidad, se han perdido. El hombre se ha convertido en siervo y esclavo, en la esclavitud del pecado y finalmente la muerte. Como afirma el apóstol Pablo: “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” – Romanos 5:12.

“Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás” – Génesis 3:17-19. Estos versículos indican que la pérdida de la libertad del hombre fue el resultado de la maldición sobre la tierra. Vemos las grandes luchas que el hombre ha soportado durante siglos al tratar de proporcionar alimentos para los suyos bajo la sombra de esta maldición.

Que agradecidos estamos porque a través del Reino Venidero de Cristo, le será dada al hombre una oportunidad para vivir, aprender la justicia y que al final le sea restaurada la libertad plena, la liberación de todos los vestigios del pecado y sus consecuencias. Será al final de ese Reino, cuando al hombre le sea restaurado todo lo que Adán perdió, cuando todos los enemigos sean destruidos, los que habían mantenido al hombre en la esclavitud, es así que un Jubileo será escuchado por toda la tierra como nunca antes ocurrió. En relación a este tiempo, leemos: “Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas… El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo El que estaba sentado en el trono dijo: He aquí que hago nuevas todas las cosas. … El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo” – Apocalipsis 21:5,7.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba