ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para el 4 de julio

Dios llama a su Pueblo al Pacto

Versículo Clave: “Llamó Moisés a todo Israel y les dijo: Oye, Israel, los estatutos y decretos que yo pronuncio hoy en vuestros oídos; aprendedlos, y guardadlos, para ponerlos por obra”
– Deuteronomio 5:1.

Escritura Seleccionada:
Deuteronomio 5:1-27

LA LECCION DE HOY narra la entrega por Dios del Pacto de la Ley a Israel a través de Moisés, su siervo. En particular, la porción de la Ley comúnmente conocida como los ‘Diez Mandamientos’ se destaca en Deuteronomio 5, aunque hay muchos otros detalles del Pacto que se aportan en las Escrituras. Nuestro versículo clave proporciona declaraciones claras que esta ley vino directamente de Dios, su deseo era que Israel escuchara y aprendiera su Ley, que la guardara lo mejor que pudiera hacerlo.

Los Diez Mandamientos de nuestra lección se pueden dividir en dos grupos. Los cuatro primeros tienen que ver con las responsabilidades de los israelitas con Dios. Ellos se expresan de esta manera, “No tendrás dioses ajenos delante de mí. No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque Jehová no dará por inocente al que tome su nombre en vano. Guardarás el día de reposo para santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo a Jehová tu Dios; ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu siervo y tu sierva como tú” – Deuteronomio 5:7,8,11-14.

La esencia de los cuatro primeros mandamientos fue que se reconociera al único Dios Vivo y Verdadero Jehová Dios Todopoderoso y Creador del universo, quien debería ser reverenciado, honrado, amado y obedecido por encima de todos los demás seres. Jesús resumió este primer grupo de mandamientos con estas palabras: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, y con toda tu mente” – Mateo 22:37.

El segundo grupo de mandamientos, los últimos seis, fueron dados a Israel con el fin de instruirlos de sus responsabilidades hacia sus semejantes. “Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da. No matarás. No cometerás adulterio. No hurtarás. No dirás falso testimonio contra tu prójimo. No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo” – Deuteronomio 5:16-21.

Jesús también resumió el segundo grupo de mandamientos de esta manera, “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” – Mateo 22:39. Esta simple declaración va más allá de la aplicación literal de los mandamientos, no matar, no cometer adulterio, no robar, etc. Indudablemente, es otra forma de plantear la “regla de oro”, hacer a los demás lo que queremos se haga con nosotros. Jesús menciona una aplicación de este principio espiritual en una forma mas sublime, concluyendo que el amor en su plenitud, comprende incluso a los que podríamos considerar nuestros enemigos (Mateo 5:21-47). “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” – Mateo 5:48.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba