ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para el 23 de mayo

Nueva Vida en el Hogar

Versículo Clave: “Someteos unos a otros en el temor de Dios”
– Efesios 5:21.

Escritura Seleccionada:
Efesios 5:21 – 6:4.

NUESTRO VERSICULO CLAVE establece el principio de que los cristianos deben tene una actitud sumisa uno hacia el otro, como evidencia de reverencia a Dios y obediencia a su Palabra. Pablo expresa un pensamiento similar en otro pasaje de la Escritura, diciendo: “Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo” – Gálatas 6:2.

Nuestra lección continúa señalando el hecho de que los creyentes por ser uno en Cristo no dejan de lado las diversas relaciones terrenales que existen dentro de la estructura familiar, según lo establecido por Dios. “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia” – Efesios 5:22-29.

Esta sumisión representa la relación de la iglesia con Cristo. Tal sumisión de la esposa significa un acto de devoción amorosa y se relaciona con todo lo concerniente a un espíritu de santidad, pureza y desinterés. Asimismo, los maridos deben ejercer adecuadamente sus responsabilidades; esto significa amar, alimentar y proteger a sus esposas como Cristo lo ha hecho por la iglesia.

Pablo concluye su exposición sobre este tema haciendo referencia a la institución del matrimonio (Génesis 2:24) y después de mencionar el gran misterio del propósito eterno de Dios al llamar a un pueblo para convertirse en el cuerpo de Cristo para bendecir a la humanidad, resume la relación que debe existir entre los esposos y esposas – Efesios 5:31-33.

En las relaciones dentro de la familia, otro aspecto importante es la responsabilidad recíproca entre los padres y los hijos. “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra” – Efesios 6:1-3.

Por regla general, los hijos reflejan los principios que ven expresados en sus padres. Ellos ansían agradarlos, incluso cuando llegan a la edad adulta, si los padres han sido consistentes, amorosos y pacientes, al sentir la influencia y presión del grupo que está en su entorno se mantendrán firmes en sus creencias. Se ha sugerido que una de las razones por las que en la actualidad los jóvenes parecen ser tan irreverentes y desobedientes, es porque los modelos de los adultos en su propia familia no estuvieron presentes para imitarlos en su vida familiar.

La responsabilidad apropiada en la crianza de los hijos de acuerdo a principios cristianos es muy grande. “Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo” (1 Timoteo 5:8). Esto seguramente no se limita a proporcionarles sustento material, sino también implica criar a sus hijos con reverencia a Dios.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba