ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para el 16 de mayo

Nueva Revelación en Cristo

Versículo Clave: “A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas”
– Efesios 3:8-9.

Escritura Seleccionada:
Efesios 3:1-13.

EL MINISTERIO ESPECIAL de Pablo a los creyentes gentiles se había manifestado antes en uno de los siervos de Dios, Ananías. “El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel” – Hechos 9:15.

Pablo describe su ministerio como una dispensación de la gracia. Esto le permitió comprender por revelación directa de Dios que la iglesia estaría compuesta por judíos y gentiles convertidos durante el desarrollo de la Edad del Evangelio y formarán parte del cuerpo de Cristo, para bendecir a todas las familias de la tierra (Efesios 3:1-4). Esta verdad no fue dada a conocer a los hijos de los hombres en los tiempos del Antiguo Testamento, pero ahora es puesta de manifiesto “El misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos” (Colosenses 1:26). “Que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio, del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder” – Efesios 3:6,7.

En nuestro versículo clave, la humildad de Pablo dirige nuestra atención, cuando reconoce su indignidad personal al haber recibido su gran comisión, especialmente teniendo en cuenta el hecho de que antes de su conversión los creyentes fueron perseguidos por él. Sin embargo, se arrepintió de su pasado, aceptó el perdón en Cristo y con energía proclamó los detalles del Plan de Dios para dar la oportunidad de salvación a todos por medio del sacrificio de su Hijo como Redentor del mundo.

Como resultado del sacrificio de Cristo por nosotros, ahora tenemos el privilegio de la comunión y el acceso a Dios mediante la oración, haciéndole conocer nuestras peticiones. En vista de la gran manifestación del amor del Padre y la misericordia que había recibido al convertirse en un instrumento al servicio de Dios, Pablo exhortó a los santos a no desanimarse, considerando sus propios sufrimientos. Agradeció el privilegio de soportar tribulaciones mientras llevaba a cabo su misión de predicar de Cristo a los gentiles – Efesios 3:12,13.

El Maestro predicó que sus siervos fieles deben esperar, la oposición y persecución, a veces hasta la muerte. “Estas cosas os he hablado, para que no tengáis tropiezo. Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios. Y harán esto porque no conocen al Padre ni a mí” – Juan 16:1-3.

Podemos sentirnos alentados por seguir a Cristo como lo hizo Pablo, siempre animados por la promesa de que la buena batalla de la fe dio lugar a la victoria no sólo para el apóstol, sino también para todos los creyentes que perseveran hasta el final haciendo la voluntad de Dios – 2 Timoteo 4:7,8.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba