Lección para el 9 de mayo

Nueva Vida en Cristo

Versículo Clave: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios”
– Efesios 2:8.

Escritura Seleccionada:
Efesios 2:1-10.

AL INICIO DE ESTE CAPITULO, Pablo informa a sus lectores que antes de convertirse estuvieron bajo la condenación Divina por causa de sus malos pensamientos, palabras y hechos. Además, en forma voluntaria desobedecieron a Dios y se encontraban bajo la influencia del demonio – Efesios 2:1-3.

Un gran cambio se observa en los oyentes de Pablo, porque recibieron el amor de Dios y su misericordia. “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús” – Efesios 2:4-6.

Este acto de milagrosa transformación de gracia será un tema de revelación eterna a través de todas las edades (Efesios 2:7). Todos los seres inteligentes entenderán y apreciarán su gran valor, el Padre Celestial y su Hijo realizando la restauración de la familia humana nuevamente a la perfección terrenal, así como la futura etapa de exaltación celestial de los santos que siguen al Señor “donde quiera que va” – Apocalipsis 14:4.

Nuestro versículo clave niega la idea de que la humanidad pueda alcanzar la salvación por sus propios esfuerzos. La gracia de Dios o favor inmerecido les ha sido otorgada a los creyentes por la fe en el sacrificio redentor de Cristo, han sido aceptados. “No por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” – Efesios 2:9,10.

Por lo tanto, si los cristianos realizaran acciones de sus propias obras, probablemente sentirían cierta jactancia. Sin embargo, esto significaría que la muerte de Cristo fue innecesaria y contradictoria con el testimonio bíblico. “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” – Romanos 5:12.

Como Nuevas Criaturas en Cristo, los creyentes deben progresar en la realización de buenas obras como consecuencia de su nueva vida en Cristo. Por medio de la influencia del Espíritu Santo, Dios actúa en nosotros “Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad” (Filipenses 2:13). Esto da como resultado que la persona produzca fruto.

“Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo” (2 Pedro 1:5-8). El uso persistente de estas virtudes esenciales nos da la seguridad que seremos más que vencedores y heredaremos el Reino de Cristo. “Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” – 2 Pedro 1:10-11.

¡Qué maravilloso será para los fieles creyentes ser recibidos con un abrazo amoroso por el Maestro, para colaborar en la gran obra de restauración de la familia humana al favor del Padre Celestial! – Mateo 25:23.