ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para el 24 de Enero

La Madre de Sansón prepara su nacimiento

Versículo Clave: “Pues he aquí que concebirás y darás a luz un hijo; y navaja no pasará sobre su cabeza, porque el niño será nazareo a Dios desde su nacimiento, y él comenzará a salvar a Israel de mano de los filisteos”
– Jueces 13:5.

Escritura Seleccionada:
Jueces 13.

LA HISTORIA DE ISRAEL SEGÚN LO REGISTRADO en el Antiguo Testamento, fue alternada entre la fidelidad y la infidelidad en su servicio a Dios. En nuestra lección, los acontecimientos mencionan que, “Los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de los filisteos por cuarenta años” (Jueces 13:1). Para este periodo de tiempo, Dios sabía que un líder fiel era necesario para conducir a Israel y liberarlos de este cruel enemigo.

Dios seleccionó a una pareja fiel de la tribu de Dan, ‘Manoa y su esposa’, quienes iban a engendrar un hijo, que sería llamado Sansón y comenzaría este gran trabajo. Un ángel de Dios fue enviado a la esposa de Manoa, quien era estéril, diciéndole que tendría un hijo. El ángel le indicó que su hijo sería “Nazareo a Dios desde su nacimiento hasta el día de su muerte” (Jueces 13:7). La palabra nazareo significa ‘separado’ o ‘consagrado’. En Israel los que tomaban el voto de nazareo eran apartados especialmente para el servicio a Dios. Un nazareo se abstenía de cualquier bebida alcohólica, no les era permitido tocar o estar cerca de un cadáver y asimismo como muestra exterior de su consagración a Dios, no se cortaban el pelo, ni afeitaban su barba. Por el nacimiento de este niño y su elección como nazareo, el ángel dio instrucciones a la esposa de Manoa, durante el período de su gestación, “Ahora, pues, no bebas vino ni sidra, ni comas cosa inmunda” – Jueces 13:4.

Manoa, no estuvo presente cuando el ángel habló con su esposa, entonces le pidió a Dios que enviara nuevamente al ángel. Quería estar seguro que seguirían todas las instrucciones dadas por Dios. El ángel fue enviado otra vez, reiterando las instrucciones anteriores dadas a su esposa. Como resultado del encuentro con el ángel, él se alegró y quiso mostrar su agradecimiento ofreciendo holocausto a Dios. La escritura dice, “Y Manoa tomó un cabrito y una ofrenda, y los ofreció sobre una peña a Jehová; y el ángel hizo milagro ante los ojos de Manoa y de su mujer” (Jueces 13:19). La frase ‘el ángel hizo milagro’ se realizó de una manera sorprendente. Mientras que la llama del ofrecimiento subía hacia el cielo, “el ángel de Jehová subió en la llama del altar ante los ojos de Manoa y de su mujer” (Jueces 13:20) y dejaron de ver al ángel. Entonces se convencieron de era un mensajero enviado por Dios y disfrutaron al saber que el hijo prometido sería utilizado al servicio del Dios de Israel.

Hay varias lecciones en este pasaje para el Israel espiritual. Primero, así como sucedió con Manoa y su esposa, todos aquellos que desean dedicar y consagrar su vida a Dios deben conocer los términos de esa consagración. En segundo lugar, deben estudiar y dar lo mejor de su capacidad para recibir las instrucciones dadas en la Palabra de Dios en cuanto al cumplimiento de su consagración. Tercero, como Manoa agradeció a Dios ofreciéndole sacrificio, la vida del Israelita espiritual debe ser un ofrecimiento constante de su vida, “Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre” – Hebreos 13:15.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba