Lección para el 17 de Enero

Josué conduce a Israel

Versículo Clave: “Entonces Jehová dijo a Josué: Desde este día comenzaré a engrandecerte delante de los ojos de todo Israel, para que entiendan que como estuve con Moisés, así estaré contigo”
– Josué 3:7.

Escritura Seleccionada:
Josué 3:1-13.

FUE UN TIEMPO CULMINANTE en la historia de los Israelitas. Estaban por ingresar a Canaán, solamente el río Jordán los separaba de la tierra prometida a sus antepasados. Su líder, Josué, dio instrucciones a los oficiales de los Israelitas para pasar con el Arca del Pacto y para que se las transmitieran a los demás, “y mandaron al pueblo, diciendo: Cuando veáis el arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y los levitas sacerdotes que la llevan, vosotros saldréis de vuestro lugar y marcharéis en pos de ella” – Josué 3:3.

El Arca del Pacto simbolizó la presencia de Dios con Israel. De hecho, esta Arca había sido el punto principal de su adoración a Dios por casi cuarenta años en el desierto. Era el deseo de Dios que continuaran poniendo su fe y confianza en el Arca; cruzaron el Jordán y entraron en la tierra de la promesa. Es también una lección para el Israel espiritual. La fe en Dios y en su liderazgo es un requisito para todos los que intentan ser agradables a él. “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” – Hebreos 11:6.

Nuestro versículo clave muestra el deseo del Padre Celestial de hacer evidente el hecho que estaría con Josué de la misma forma que lo fue con Moisés. Este testimonio de parte de Dios en beneficio de Josué, lo animaba y mantenía fuerte su fe, así también para los oídos del pueblo, de tal modo que obedezcan a Josué como representante de Dios. Para el Israel espiritual significa obedecer a los representantes elegidos y a su principal representante, Jesús. No obedecer sus palabras es igual que desobedecer al mismo Padre Celestial. Para obedecer sus instrucciones, se deben seguir sus preceptos y enseñanzas.

Como preparación final para cruzar el Jordán, Dios, a través de Josué, dio instrucciones a los sacerdotes que llevaran el Arca del Pacto hasta el borde del río y se detuvieran. Entonces dijeron al pueblo que el Arca llevada por los sacerdotes, pasaría primero sobre el Jordán, y ellos los seguirían (Josué 3:8-11). Las instrucciones continuaron, “Y cuando las plantas de los pies de los sacerdotes que llevan el arca de Jehová, Señor de toda la tierra, se asienten en las aguas del Jordán, las aguas del Jordán se dividirán; porque las aguas que vienen de arriba se detendrán en un montón” – Josué 8:13.

La promesa de Dios fue realizada. Los pies de los sacerdotes que llevaban el Arca tocaron las aguas del río y se volvió tierra seca. Caminaron en medio del río y el cauce se secó hasta el otro lado. Los sacerdotes se colocaron en medio del río, sosteniendo el Arca, mientras la gente pasaba, “hasta que todo el pueblo hubo acabado de pasar el Jordán” (Josué 8:17). La fe de Israel en Dios, representada por el Arca en medio del río fue recompensada con su ingreso a la tierra prometida.