LECCIONES DE ESTUDIO DE LA BIBLIA INTERNACIONAL

El Arca llega a Jerusalén

Versículo Clave: “Y congregó David a todo Israel en Jerusalén, para que pasasen el arca de Jehová a su lugar, el cual le había él preparado”
– 1 Crónicas 15:3.

Escritura Seleccionada:
1 Crónicas 15:1-28

EL TIEMPO QUE NARRA ESTE VERSICULO se produce poco después que David había sido ungido rey sobre Israel y conquistado a los filisteos que luchaban en su contra, tal como Dios lo había ordenado por su Palabra. Antes de convertirse en rey, David había deseado retornar el arca a Jerusalén, el lugar donde pertenecía legítimamente.

Antes de los tiempos del reinado de David, el arca era llevada con frecuencia de un lugar a otro. Se había mantenido entre las varias familias Levíticas, en las aldeas fronterizas del este de Judá (1 Samuel 7:1; 2 Samuel 6:3,11). Uno de ellas era la casa de Abinadab, “Y llevaron el arca de Dios de la casa de Abinadab en un carro nuevo; y Uza y Ahío guiaban el carro” (1 Crónicas 13:7). Este evento fue considerado con mucha alegría por David y todo el pueblo de Israel. La música fue tocada con todo tipo de instrumentos, hubo gran regocijo y canto (2 Samuel 6:1-6). Fue durante este viaje que el arca fue indebidamente manipulada por Uza, él fue herido y muerto por Dios (2 Samuel 6:7). David se entristeció por esta experiencia y se preguntó cómo sería capaz de completar su regreso a Jerusalén. Debido a esta incertidumbre, el arca fue dada a un miembro de la tribu de Leví para su custodia. “Y el arca de Dios estuvo con la familia de Obed-edom, en su casa, tres meses; y bendijo Jehová la casa de Obed-edom, y todo lo que tenía” (1 Crónicas 13:14). Esto es parte de las relaciones de Dios con los que le sirven fielmente para bendecirlos por su disposición en su servicio a él.

Después de su victoria sobre los filisteos, “Hizo David también casas para sí en la ciudad de David, y arregló un lugar para el arca de Dios, y le levantó una tienda” (1 Crónicas 15:1). Luego salió gozoso a traer el arca de Jehová desde la casa donde se encontraba. Estuvo tan lleno de alegría que danzaba y la gente se regocijaba con el sonido de trompetas (2 Samuel 6:12-15). Llevaron el arca a Jerusalén y la pusieron “en medio de una tienda” que David había preparado (2 Samuel 6:17). Sacrificó un buey y un carnero engordado, ofreció holocaustos y ofrendas de paz delante de Dios – 2 Samuel 6:12-18.

David sintió el deseo de honrar a Dios y agradecerle por todo lo que le había dado. “Y la fama de David fue divulgada por todas aquellas tierras; y Jehová puso el temor de David sobre todas las naciones” (1 Crónicas 14:17). También se dio cuenta que este tiempo de la presencia de Dios debería ser reverenciado de acuerdo a la Divina dirección. Lo siguiente es una evidencia clara en la expresión de David, “El arca de Dios no debe ser llevada sino por los levitas; porque a ellos ha elegido Jehová para que lleven el arca de Jehová, y le sirvan perpetuamente” – 1 Crónicas 15:2.

Luego David se reunió con todos los de Israel en Jerusalén, “los hijos de Aarón y los levitas” (1 Crónicas 15:4). Les recordó su importante rol ante los ojos de Dios y de la nación, “Santificaos, vosotros y vuestros hermanos, y pasad el arca” (1 Crónicas 15:12). Una vez más, hubo mucha alegría con referencia al retorno del arca y esto sería recordado como un Salmo de acción de gracias y alabanza a Jehová Dios por Israel – 1 Crónicas 15:19-28.



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