LECCIONES DE ESTUDIO DE LA BIBLIA INTERNACIONAL

El Cristo Eternal

Versículo Clave: “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos”
– Hebreos 13:8

Escritura Seleccionada:
Hebreos 13:1-16

QUE EXPRESION VERDADERAMENTE BENDECIDA. En nuestro mundo actual, cuando lo único cierto es el cambio, es reconfortante conocer esta verdad, la base por la cual podemos tener “plena certidumbre de fe” (Hebreos 10:22). Uno de los aspectos importantes de esta declaración involucra el versículo, “No te desampararé, ni te dejaré” (Hebreos 13:5). Nuestro Maestro está con nosotros y tenemos el cuidado de su atención el cual es proporcionado por nuestro Padre Celestial. Lo inmensurable del Padre y su amado Hijo son una garantía que las bendiciones que se otorgan en virtud a este pacto, son eternos. El apóstol Pablo escribe para animarnos a tener confianza en la verdad de Dios, para lo cual el secreto reside en tener confianza y fuerza en el Señor. “No quitará el bien a los que andan en integridad” (Salmo 84:11). “para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” – Hebreos 4:16.

Las cualidades y atributos de Dios son los mismos desde el inicio de la Creación. Cuando Dios creó a su Hijo, le dio los mismos atributos que poseía. Sabemos que éstos son la sabiduría, la justicia, la misericordia, el amor y el poder. Nuestro Señor Jesús pronunció estas palabras en la siguiente afirmación, “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Juan 14:9). Además leemos, “ Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad “(Juan 1:14). “Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios” (1 Corintios 1:24). Nuestro Señor ha continuado siendo un ejemplo para nosotros del amor de Dios – Juan 3:16; Efesios 3:19.

También debemos recordar el versículo: “Yo soy Alfa y la Omega, principio y fin” (Apocalipsis 1:8). Fue el primero y el Hijo Unigénito de Dios. A través de él todo el propósito Divino sería lograr la redención de la humanidad, la raza caída. Él tiene el mismo lugar, autoridad y relación con la humanidad, el mismo carácter, simpatía y perfecto amor para todos. Jesús es mencionado como “el cordero que fue inmolado desde el principio del mundo” (Apocalipsis 13:8). Los Planes de Dios desde el principio, establecieron que habría la necesidad de su Hijo para dar su vida y quien voluntariamente lo hizo. La mejor evidencia de la fe verdadera, la permanente confianza en Dios y armonía se encuentran en las experiencias del Señor y su evangelio. Esta es una prueba más que estas palabras son ciertas: “porque para siempre es su misericordia” – Jeremías 33:11.

La declaración de nuestro Señor, “Antes que Abraham fuese, yo soy” (Juan 8:58), sirve para identificar a Jesús en su condición antes de que él se hiciera carne y habitara entre nosotros. Él es el mismo hoy, aunque haya sido recibido en el plano espiritual. Él dice, “y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén” (Apocalipsis 1:18). Como un hombre vivió y murió. En su resurrección, fue hecho vivo en el plano espiritual, muy por encima de todos los seres, ángeles, principados y poderes, pero su identidad (la personalidad) es la misma. “Dios, habiendo hablado muchas veces … en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas” – Hebreos 1:1-3.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba