La Reconstrucción del Templo

Versículo Clave: “Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová”
– Hageo 1:8

Escritura Seleccionada:
Hageo 1, Esdras 5

TRAS EL REGRESO a Jerusalén del remanente de fieles judíos de su cautiverio en Babilonia, el pueblo edificó un altar para ofrecer culto a Jehová. Luego empezaron la construcción del nuevo templo. Sin embargo, sus vecinos samaritanos conspiraron contra los judíos, Artajerjes el rey de Persia decretó que este trabajo se interrumpiera (Esdras, capítulos 3 y 4). “En el año segundo del rey Darío, en el mes sexto, en el primer día del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, diciendo: Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: Este pueblo dice: No ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada. Entonces vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo: ¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta?” – Hageo 1:1-4.

Hageo reprendió a los israelitas por descuidar la reconstrucción del Templo, mientras que se construían hermosas casas para ellos. Les explicó que sus cosechas eran pobres y su prosperidad era escasa, porque su obediencia a Dios no era la mayor prioridad – Hageo 1:5-7.

Nuestro versículo clave se refiere a los judíos para que reactivaran sus intereses religiosos y comenzaran de nuevo con la construcción del Templo, si en verdad deseaban recibir nuevamente los favores y bendiciones del Padre Celestial.

A fin de que los judíos entendieran que sus difíciles condiciones estaban relacionadas con su negligencia para reconstruir el Templo, Hageo les indica que lo que había ocurrido era castigo de Dios – Hageo 1:9-11.

La reconstrucción del Templo se inició como resultado del impulso dado por Hageo, Zacarías y otros líderes justos de Israel. A pesar de la oposición de los enemigos de Israel, el templo fue finalmente terminado y dedicado a Jehová con mucha alegría y ofrecimiento de sacrificios – Esdras, capítulos 5 y 6.

Una lección importante aprendemos de este estudio; al igual que la nación de Israel fue llevada en cautiverio babilónico y en última instancia puesta en libertad después de muchos años pudiendo reconstruir el Templo, el nombre de Babilonia tiene también un significado espiritual. Tras la muerte de los apóstoles, muchos verdaderos cristianos fueron engañados por los sistemas religiosos sectarios descritos simbólicamente como Babilonia, formulándose doctrinas falsas hechas por el hombre, no enseñadas en la Biblia. En obediencia a las instrucciones de las Escrituras, verdaderos cristianos han tenido sus ojos iluminados y se han apartado de Babilonia simbólica dedicándose al estudio y práctica de la Palabra de Dios en toda su pureza – Apocalipsis 18:4.

La fidelidad es lo que dará lugar a la creación del templo espiritual representado en Cristo y su cuerpo. Cuando esta clase sea completada, empezarán las bendiciones para toda la humanidad (Génesis 22:15-19; Gálatas 3:27-29). “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es” – 1 Corintios 3:16,17.