LECCIONES DE ESTUDIO DE LA BIBLIA INTERNACIONAL

La oración de Daniel por el pueblo

Versículo Clave: “Ahora pues, Dios nuestro, oye la oración de tu siervo, y sus ruegos; y haz que tu rostro resplandezca sobre tu santuario asolado, por amor del Señor”
– Daniel 9:17

Escritura Seleccionada:
Daniel 7

DANIEL, SIENDO UN ANCIANO PROFETA, había leído las palabras de otro fiel profeta, Jeremías, quien había anunciado que la desolación de Jerusalén duraría setenta años. Setenta años habían pasado y Daniel buscó el favor de Dios por el retorno de Israel y la restauración de Jerusalén. Él oró a Dios muy humildemente “en ayuno, cilicio y ceniza” (Daniel 9:3), dándose cuenta de que por causa de la infidelidad de Israel a Dios, esta se había traducido en setenta años de cautiverio.

La oración de Daniel incluyó seis partes importantes:

1. Reconoció que Dios siempre cumple sus pactos y es misericordioso con los que le aman – Daniel 9:4.

2. Confesó que como nación, habían pecado, se rebelaron contra Dios y habían hecho caso omiso de las enseñanzas y advertencias de sus profetas – Daniel 9:5-8.

3. Él afirmó su fe, a pesar de que habían pecado era posible para Dios el ejercicio de su misericordia y el perdón – Daniel 9:9,10.

4. Dijo entender que los castigos que habían sufrido fueron justos de acuerdo con la ley de Moisés y sin embargo, como una nación no se habían arrepentido – Daniel 9:11-15.

5. Pidió que la ira de Dios sea quitada, que su santuario ya no sea asolado como se indica en nuestro versículo clave, no por causa de su justicia, sino por su misericordia – Daniel 9:16-18.

6. Hizo un pedido a Dios para que escuche su oración, “Oye, Señor; oh Señor, perdona; presta oído, Señor, y hazlo; no tardes, por amor de ti mismo, Dios mío; porque tu nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo” – Daniel 9:19.

La oración de Daniel pone de manifiesto la importancia de acercarse al Padre Celestial, incluso en los momentos en que nos sentimos indignos de hacerlo, debido a nuestro proceder por no hacer su voluntad. De hecho, estos son momentos en que más necesitamos ir a Dios en oración, pedir su ayuda y orientación. El apóstol Santiago dice, “¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas. ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho” – Santiago 5:13-16.

Cuando Daniel estaba orando, el ángel Gabriel le habló proporcionándole la respuesta de lo que buscaba. Parafraseando, Gabriel le dijo que una medida a favor de que se restablezca Israel, se daría en un período de cuatrocientos noventa años (70 semanas proféticas). En ese período, Jerusalén sería reconstruida y a las personas se les daría otra oportunidad para cambiar sus caminos pecaminosos. Sin embargo, lo que es más importante, es lo que Gabriel dice acerca del final de este período de tiempo, que el tan esperado Mesías vendría a la escena. Como nación ellos tendrían la oportunidad de recibirlo. Sin embargo, Gabriel advirtió que su Mesías sería cortado y tras ello se cumpliría una vez más la destrucción y desolación de su nación y de la ciudad de Jerusalén – Daniel 9:21-27.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba