EVENTOS SOBRESALIENTES DEL ALBA

Primavera: Temporada de Renovación

“Porque he aquí ha pasado el invierno, Se ha mudado, la lluvia se fue; Se han mostrado las flores en la tierra, El tiempo de la canción ha venido, Y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola”
– Cantar de los Cantares 2:11,12

UNA VEZ MAS, CON EL INICIO DE LA ESTACION DE PRIMAVERA llega también el espíritu de alegría y emoción que es compartida por las personas en todo lugar, una época del año que se presenta dependiendo del hemisferio donde uno se encuentra. Muchos corazones, por lo tanto se sienten inspirados, cuando asisten a la renovación de la vida que brota de la tierra fría y estéril después de un crudo invierno que acaba de pasar. La primavera es el momento en que la mayoría de plantas florecen y este acto en la naturaleza simboliza el renacimiento de la vida.

Los meses de primavera inician la temporada del nacimiento de la eterna y silenciosa etapa de la vida, la tierra empieza a calentarse con aumento de duración en las horas de luz natural como consecuencia de la inclinación del eje de la tierra hacia el sol. Podemos confiar que la madre naturaleza otra vez brindará ‘una nueva primavera’, como lo ha hecho desde los primeros días de la creación, dando a la temporada su maravillosamente nombre propio.

ESPERANZA RENOVADA

En la mayoría de hogares durante la primavera se viven distintos niveles de alegría. Es un buen momento para la planificación de nuevos proyectos y empresas, estos pueden incluir hacer modificaciones necesarias, pintado, arreglos y reparaciones en el hogar. Planes de mayor envergadura también pueden ser considerados junto con otros importantes proyectos en las mejoras. La primavera es una estación anual que incluye una limpieza más a fondo de la casa y también un tiempo adecuado para desechar algunos bienes que ya no necesitamos.

Volviendo nuestra atención hacia el exterior del patio de nuestra casa que ha permanecido inactivo durante varios meses se puede incluir la preparación del césped, plantar flores, arreglar los jardines, la poda de arbustos y árboles. Con énfasis podemos desarrollar “proyectos ecológicos”, dirigir también la atención en proyectos de medio ambiente, tales como la preparación de depósitos con abono y otros elementos que son compatibles con la naturaleza.

LIMPIANDO NUESTROS CORAZONES

Cada año, durante el mes de marzo o abril, los seguidores de nuestro Señor son instruidos a preparar la conmemoración anual y aniversario de su muerte. Un importante aspecto en relación con la preparación incluye la búsqueda de limpiar nuestros corazones en un esfuerzo para liberarnos de todos los pensamientos y acciones de injusticia y pecado.

Cuando los judíos se prepararon para celebrar la Pascua anual y participar del cordero inmolado, se les instruyó a comer panes sin levadura y también a buscar cualquier levadura que pudiera estar guardada. La levadura representa el pecado y la corrupción, lo que es una adecuada y muy típica lección para ser escuchada por todo el pueblo del Señor. Las instrucciones de Dios a los hijos de Israel fueron, “Siete días comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis que no haya levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo, será cortado de Israel” (Éxodo 12:15). Hubo graves consecuencias para los que fueron negligentes y desobedientes a los mandamientos de Dios. Leemos, “Por siete días no se hallará levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado, así extranjero como natural del país, será cortado de la congregación de Israel” – Éxodo 12:19.

En la primera carta a los hermanos de Corinto, el apóstol Pablo habló del profundo sentido espiritual de la levadura y explicó que representaba el pecado. También relató las instrucciones de Jesús a sus discípulos al recordar su muerte, diciendo: “No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa? Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad” – 1 Corintios 5:6-8.

RECORDANDO LA MUERTE DE JESUS

Jesús murió en la estación de primavera según la temporada en Jerusalén y sus seguidores fueron instruidos para celebrar juntos la memoria de su muerte sacrificial. Él ordenó a sus discípulos: “Haced esto en memoria de mí” (Lucas 22:19). El tiempo apropiado para conmemorar el evento este año será la noche del martes, 07 de Abril, al ponerse el sol. Es una sencilla fiesta solemne que lleva consigo la más profunda importancia al proporcionar la salvación para la familia humana de la sentencia de muerte que había pasado a todas las generaciones debido a la desobediencia del padre Adán a la ley Divina.

Jesús dio su vida como el antitípico Cordero de Dios y ha invitado a sus seguidores a compartirlo con él cuando participen de los emblemas en la memoria de su muerte. El apóstol Pablo al escribir esta carta a los hermanos de Corinto, dice: “La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan” – 1 Corintios 10:16,17.

La importancia de la participación en el ‘pan’ y la ‘copa’ de Jesús, puntualizan la fe de los miembros como su novia, quienes también comparten con él la bendición de la humanidad durante su futuro reino. Pablo se regocijó por este privilegio cuando se refiere a su participación y explicó: “Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia” (Colosenses 1:24). Como participantes de estos emblemas para esta ocasión anual, hagámoslo con la convicción de reanudar el deseo, la determinación de nuestra vocación y selección segura.

CUMPLIMIENTO DE LA PRIMAVERA

La palabra Cuaresma proviene de una antigua palabra inglesa que significa “primavera” y se asocia con el Domingo de Pascua que se celebra en diversas denominaciones. La combinación de las dos celebraciones -la Cuaresma y Semana Santa-, se aplica al mismo período de tiempo cuando se produjo “la muerte y la resurrección” de nuestro Señor Jesús. La Cuaresma es un período de cuarenta días de preparación penitente para la Pascua. Los cuarenta días se refieren a la tentación de Jesús en el desierto, donde ayunó durante cuarenta días y noches después de ser bautizado por Juan. Fue en ese momento y lugar que Satanás trató de sacar fuera a nuestro Señor del ministerio terrenal que había venido a cumplir.

Cuando el concepto de la observación de los cuarenta días de la Cuaresma fue instituido, estuvo asociado con el ayuno. En este sentido, Jesús advirtió, “Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público” (Mateo 6:1-4). Jesús luego habló sobre la oración (Mateo 6:5-15) y el ayuno (Mateo 6:16-18) que son asuntos importantes.

LA PRIMAVERA Y LA RESURECCION

La reactivación de la vida que se produce durante los meses de primavera, coinciden con la resurrección de nuestro Señor Jesús y además ilustran la maravillosa promesa de Dios para los que están asociados con la tan esperada resurrección de toda la familia humana. Esta será una de las disposiciones fundamentales de nuestro Señor Jesús en su Reino de vida, paz y justicia. Podemos poner nuestra total confianza y seguridad en lo que dijo, “No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación” (Juan 5:28,29). Creemos que los miembros fieles del cuerpo de Cristo son llamados durante la presente Edad del Evangelio y serán elevados a una herencia celestial. Toda la familia humana compartirá la bendita resurrección de los muertos durante el tiempo que sea establecida la administración del Reino de nuestro Señor Jesús y los fieles miembros de su cuerpo.

VERANO E INVIERNO

La promesa de la vida del Padre se ofrecerá a todos los que son obedientes a sus leyes de justicia durante el futuro tiempo del Reino de Cristo. Se extenderá en todo el mundo, a la gente de todas las naciones y lenguas. El salmista escribió acerca de las maravillas de la Creación, pero sólo habló de dos estaciones que abarcan todo el ciclo anual de la naturaleza. Él dijo, “Tuyo es el día, tuya también es la noche; Tú estableciste la luna y el sol. Tú fijaste todos los términos de la tierra; El verano y el invierno tú los formaste” (Salmo 74:16,17). El profeta Zacarías también habló en relación con el ciclo perpetuo de la Madre Naturaleza y sus aguas vivas. Leemos, “Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno” (Zacarías 14:8). En el nuevo día del Reino de Cristo, la verdad y la justicia se derramarán para todos los obedientes proporcionándoles vida y bendiciones.

Las ilimitadas bendiciones que se pondrán a disposición de la familia humana durante el reino de Cristo también fueron descritas en el Apocalipsis, “Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones” – Apocalipsis 22:1,2.

EL INVIERNO PASA

En nuestro texto seleccionado, Salomón puntualiza con interés el momento cuando el reino de Cristo sea establecido y el mundo sea refrescado bajo el amor y el cuidado de la mano de Padre Celestial. Sus palabras proféticas, “Porque he aquí ha pasado el invierno” describen el reinado del pecado y la muerte como la larga temporada de invierno, que ha eclipsado la familia humana como resultado de la trasgresión de Adán y su pena de muerte. Durante más de seis mil años ha sido realmente un árido, frío, prohibido y oscuro período de la historia. Este ha sido un tiempo durante el cual toda la familia humana ha experimentado los resultados del pecado, la muerte y separación del Dios amoroso. El hombre ha luchado con las dificultades de la vida de unos pocos años, con sus esperanzas y sueños para un mañana mejor que termina en la tumba.

En el Evangelio de Marcos se menciona la época de invierno y el período de cosecha de la presente Edad del Evangelio. Para la iglesia llega la culminación de los problemas, pero no así al resto del mundo. Leemos, “Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno; porque aquellos días serán de tribulación cual nunca ha habido desde el principio de la creación que Dios creó, hasta este tiempo, ni la habrá. Y si el Señor no hubiese acortado aquellos días, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos que él escogió, acortó aquellos días” – Marcos 13:17-20.

LA LLUVIA HA FINALIZADO

La lluvia, ya sea en forma de rocío refrescante o como tonificante chubasco, puntualiza la maravillosa bendición que se refiere a un entendimiento de la Verdad. Las promesas del Padre se centran en torno a este hermoso simbolismo. “Goteará como la lluvia mi enseñanza; Destilará como el rocío mi razonamiento; Como la llovizna sobre la grama, Y como las gotas sobre la hierba” (Deuteronomio 32:2). El profeta Oseas habla sobre la lluvia. “Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra” (Oseas 6:3). La tardía y temprana lluvias son asociadas con el primer y segundo advenimientos de nuestro Señor Jesús. Ambos períodos de tiempo están marcados por el ministerio de nuestro Señor hacia sus fieles seguidores.

Entre los dos advenimientos hubo un largo período de tiempo durante el cual no hubo lluvia. Estas palabras proféticas indican la condición de sequía que el Padre permitió sobre su pueblo. “Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra” (1 Reyes 17:1). Santiago nos revela la duración de este momento diciendo, “Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses” (Santiago 5:17). Los tres años y seis meses representan los doscientos sesenta años durante la Edad Media cuando la Verdad fue ocultada por la iglesia apóstata en alianza con el Estado.

Santiago también habla de la refrescante lluvia que se daría en el momento de la presencia invisible de nuestro Señor con su pueblo, que marca su segundo advenimiento. Él escribe, “Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor [venida — Griego, parousia]. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida [venida — Griego, parousia] del Señor se acerca” – Santiago 5:7,8.

LAS FLORES APARECEN SOBRE LA TIERRA

En nuestro texto seleccionado, Salomón habla de las flores que aparecen en la tierra y son las primeras evidencias de la nueva temporada. Es el florecimiento de las flores que son las primeras en mostrar sus hermosos colores a medida que aparecen sobre la tierra. Esta maravillosa característica representa el propósito de Dios para bendecir a la familia humana. Esto se logrará cuando la cosecha de los últimos miembros de la novia sea completada y la administración del reino de Cristo de bendición para toda la humanidad sea establecido.

TIEMPO DEL CANTO DE LAS AVES

Otra evidencia que el invierno ha pasado y llegado la primavera, se relaciona con las aves que han regresado después del largo invierno y anuncian su presencia con alegre canción. Salomón habla de esto como uno de los signos de la primavera, que se convierte en algo evidente para todos.

Una interesante traducción de la Escritura con la referencia de Salomón al canto de los pájaros en la frase de nuestro texto seleccionado, se encuentra en la Biblia American Standard (Edición en inglés de 1901), que dice: “la poda de la viña”. Esta variación es también señalada en la traducción de JB Rotherham (en inglés) que dice, “el momento de la canción de primavera ha llegado” y al margen se lee, “El canto del tiempo (ya sea de aves o de la vid), la poda del tiempo”.

LA VOZ DE LA TÓRTOLA ES ESCUCHADA

Los términos paloma y pichón pueden ser intercambiables, pero la referencia a las palomas denota un ave más grande. Se encuentran en cualquiera de las variedades pequeñas de aves silvestres y son especialmente conocidas por su triste arrullo. También son reconocidas por sus hábitos pacíficos y suaves, siendo un símbolo de pureza.

Las tórtolas y las palomas son las únicas aves que fueron autorizadas a ser ofrecidas en sacrificio. “Si la ofrenda para Jehová fuere holocausto de aves, presentará su ofrenda de tórtolas, o de palominos” – Levítico 1:14.

Un par de tórtolas fueron ofrecidas por María ocho días después que Jesús nació. “Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre JESÚS, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido. Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor (como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor), y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos” (Lucas 2:21-24). María hizo de conformidad con las disposiciones de la Ley (Levítico 12:6) para su purificación.

EL DESIERTO FLORECERÁ

A medida que continuamos en espera de la gozosa anticipación para la conclusión de los últimos miembros fieles del cuerpo de Cristo y el establecimiento de su Reino, leemos las palabras proféticas de Isaías como una breve vista previa del día bendito tan cercano. “Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa. Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro” (Isaías 35:1,2) .En lenguaje simbólico, damos un vistazo a las aguas de vida que se pondrán a disposición de la pobre y gimiente familia humana. “El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en manaderos de aguas; en la morada de chacales, en su guarida, será lugar de cañas y juncos” – Isaías 35:6,7.

LLUVIAS DE BENDICION PRIMAVERAL

En el “Salmo y canción de David”, él escribió de la confianza que compartimos en el Dios de nuestra salvación, “El que sosiega el estruendo de los mares, el estruendo de sus ondas, Y el alboroto de las naciones” (Salmo 65:7). El estruendo de las olas y el tumulto de la humanidad se convertirán en quietud bajo la mano poderosa de Dios.

Las lluvias, los chubascos, las abundantes aguas de vida y paz están relacionadas con el Reino de nuestro Señor Jesús, el salmista continúa diciendo: “Visitas la tierra, y la riegas; En gran manera la enriqueces; Con el río de Dios, lleno de aguas, Preparas el grano de ellos, cuando así la dispones. Haces que se empapen sus surcos, Haces descender sus canales; La ablandas con lluvias, Bendices sus renuevos” – Salmo 65:9,10.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba