LECCIONES DE ESTUDIO DE LA BIBLIA INTERNACIONAL

Las Acciones y sus Consecuencias

Versículo clave: “Ahora, pues, por cuanto vosotros habéis hecho todas estas obras, dice Jehová, y aunque os hablé desde temprano y sin cesar, no oísteis, y os llamé, y no respondisteis… Os echaré de mi presencia, como eché a todos vuestros hermanos, a toda la generación de Efraín”
—Jeremías 7:13,15

Escritura seleccionada:
Jeremías 7:11-15;
2 Reyes 23:36,37

EN EL AÑO 609 A.C., el profeta Jeremías reprendió al pueblo de Israel en Jerusalén por su extraviada confianza al pensar que el mérito del Templo de alguna manera evitaría la ira de Dios contra su inaceptable comportamiento. Jeremías fue enviado por Dios para hablar estas palabras, “Ponte a la puerta de la casa de Jehová, y proclama allí esta palabra, y di: Oíd palabra de Jehová, todo Judá, los que entráis por estas puertas para adorar a Jehová. Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Mejorad vuestros caminos y vuestras obras, y os haré morar en este lugar. No fiéis en palabras de mentira, diciendo: Templo de Jehová, templo de Jehová, templo de Jehová es este” – Jeremías 7:2-4.

Jeremías se dirigió a una audiencia de escépticos a las advertencias acerca de la próxima destrucción de Jerusalén. Ellos creían que el templo podría ser contado como una fuente de perdón y restauración, pero debido a su confianza en palabras engañosas y su idolatría, Dios iba a destruir el templo y arrojar a la nación de Israel fuera de su vista y favor.

En nuestro versículo clave, se nos da una bella imagen de nuestro amoroso Padre Celestial por su pueblo. Ellos habían rechazado su liderazgo y siguieron los deseos malignos de sus corazones (Génesis 6:5), pero Dios aún cuidaba de ellos.

Para los cristianos, este pasaje conlleva a una severa advertencia. El conocimiento o profesión de la verdad no garantiza la presencia permanente de Dios en su cuidado y orientación. Si se prefiere llegar a propias teorías erróneas, el apóstol Pablo explica que Dios dará más que una “fuerte desilusión”, permitiendo creer en la “mentira” que se prefiera y dejando que sufran por no creer en la verdad que no amaron – 2 Tesalonicenses 2:11.

Si, por el orgullo del corazón o una ambición impía, alguien va hacia lo establecido por su propio camino, es inevitable que pueda llegar a ser auto-engañado y en consecuencia ser arrastrado por el error. Dios dará más del error que se prefiera y esto podría incluso terminar en una confusión completa. Lo único que queda es la recompensa por un egoísmo hipócrita, “De cierto os digo, que ya tienen su propia recompensa” – Mateo 6:16.

Los que han comprometido su camino bajo la voluntad del Señor tienen una gran ventaja en todos los sentidos. Sus corazones deben regocijarse continuamente y los que con mayor claridad disciernen al entender mucho mejor el Plan Divino, más se alegrarán que el Padre en su amor misericordioso y providencia no les dará tiempo de debilidad, ni les permitirá caer en un desliz total de pecado. Él con su propia mano derecha los sostiene y les da la reprensión, no pudiendo ser condenados con el mundo. Mucho más gloriosa y feliz es el curso de aquellos que fielmente caminan en el Espíritu y no detrás de la carne. Ellos no necesitarán la disciplina del Señor, más bien reflexionan en todo momento en los caminos del Señor y tienen continuamente la sonrisa del Padre.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba