Encontrando a Dios

Versículo clave: “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano”
—Isaías 55:6

Escritura seleccionada:
Isaías 55:1-11

DESDE LA CAIDA DE ADAN, todo el mundo ha anhelado regresar a la perfección en unidad con Dios, a una relación de pacto con El y la vida eterna. Esas cosas que en última instancia darán satisfacción a todos los anhelos se asemejan a los alimentos y bebidas refrescantes ofrecidas por Dios a la humanidad. “A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura” (Isaías 55:1,2). El profeta declara la existencia de una futura temporada en que todos sentirán satisfechos su hambre y sed. La temporada a que hace referencia en estos dos versículos es la próxima Edad Milenaria. Durante esa edad la humanidad recibirá lo que es bueno a través del Mediador entre Dios y el hombre Jesucristo y su iglesia.

Precedente a la Edad del Milenio, Cristo y su Iglesia han de ser glorificados en la presente Edad del Evangelio. Es a esta edad que aquellos quienes serían miembros de la iglesia están invitados a venir a Dios, no a través de un mediador, sino directamente a través de Cristo. Leemos: “Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David. He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones. He aquí, llamarás a gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán a ti, por causa de Jehová tú Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado. Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar” – Isaías 55:3-7.

El apóstol Pablo, les recuerda a los israelitas que la frase ‘las misericordias fieles de David’ alude a Cristo. “La cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús; como está escrito también en el salmo segundo: Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy. Y en cuanto a que le levantó de los muertos para nunca más volver a corrupción, lo dijo así: Os daré las misericordias fieles de David” (Hechos 13:33,34). El rey David fue un tipo de Jesucristo como rey y líder del pueblo, quien a su vez podrá compartir su autoridad real con la iglesia. “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono” (Apocalipsis 3:21). Entonces es a través de Cristo y de su iglesia que Dios perdonará a la humanidad. Por lo tanto, los que han encontrado favor durante esta Edad del Evangelio ayudarán al resto de la humanidad en la búsqueda de ese favor en la Edad del Milenio. La verdad de las siguientes palabras será entendida por todos: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié” – Isaías 55:8,11.