DOCTRINA Y VIDA CRISTIANA

Una Nueva Criatura

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”
—2 Corintios 5:17

ESTE MARAVILLOSO PASAJE de la escritura revela con claridad que el llegar a ser un cristiano implica mucho más que una reforma de corazón y vida, es obtener la salvación a través de la sangre de Cristo. Es algo maravilloso darse cuenta que por la fe somos salvos al ser reconciliados con Dios a través de Cristo, no deberíamos perder de vista el propósito divino que la salvación nos ofrece durante la presente Edad del Evangelio. No es solamente con el fin de que su gracia puede ser manifiesta para con nosotros, sino también que podamos participar con Cristo para salvar a la raza humana bajo la administración de su futuro reino de justicia.

Estar “en Cristo” significa algo más que estar en armonía con él. Significa ser un miembro de su cuerpo. “Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu” (1 Corintios 12:13). El apóstol Pablo, explica mas adelante: “Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular” (1 Corintios 12:27). Esto significa que todas las promesas mesiánicas del Antiguo Testamento se aplican a la iglesia, tan bien como Jesús, quien es la cabeza.

Fue el propósito supremo de Dios que Jesús y su iglesia deberían ser exaltados a la gloria, el honor y la inmortalidad. “Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia” (2 Pedro 1:4). También leemos: “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es” – 1 Juan 3:2.

Cuando el apóstol dice que los que están en Cristo son ahora ‘nuevas criaturas’, quería darnos a entender que la iglesia en la exaltación a la gloria celestial está en un proceso de creación que ahora está ocurriendo. Cuando la iglesia esté en la gloria, serán muchos más que los seres humanos pecaminosos, siendo que han sido purificados y santificados.

Pablo explica más adelante: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:10). Por lo tanto, el pueblo del Señor está siendo creado como seres Divinos para estar con el Padre y con su Hijo amado en toda la eternidad. Ellos participarán en todas las buenas obras de restauración de la humanidad a la vida sobre la tierra. A través del final de las edades en la eternidad participarán en todo programa que nuestro amado Padre Celestial diseñe para su gloria y la bendición de sus criaturas.

El trabajo creativo que se está llevando a cabo durante esta Edad del Evangelio no será completado hasta que la totalidad de la obra de Cristo, cabeza y cuerpo, sea completada en el plan Divino. Cada uno de nosotros está experimentando el proceso creativo como Nueva Criatura en Cristo Jesús mientras estamos aún en la carne. Si hemos sido bautizados en Cristo, nos hemos convertido ya en Nuevas Criaturas (engendradas). Ya las ‘cosas viejas’ han pasado y todas las cosas son ‘convertidas en nuevas’.

Todas estas son cosas nuevas de Dios. Aún no tenemos un nuevo cuerpo, pero tenemos una nueva mente que dirige al viejo cuerpo por nuevas sendas de justicia y servicio a Dios. Las cosas viejas pasaron y nuestra vieja visión egoísta de la vida ya no debería controlarnos. Las esperanzas mundanales, los objetivos y ambiciones ya no son las cosas sobre las que fijamos nuestros afectos. Como leemos: “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios” – Colosenses 3:1.

Ya no estamos trabajando para nosotros mismos, sino para Dios y al hacerlo se nos capacita para el trabajo del glorioso reino del futuro. Este es nuestro nuevo trabajo y es un privilegio tener una participación en ello. Se trata de una labor desinteresada, porque es por nuestros semejantes. Hemos sido reconciliados con Dios y ahora Dios nos invita a extender la posibilidad de la reconciliación con los demás. No vamos a ser capaces de llegar a muchos mientras estamos todavía en la carne, pocos de los que podamos alcanzar responderán, pero el objetivo es compartir el gran trabajo del reino.

Como nuevas criaturas (engendradas) en Cristo todas las cosas son hechas nuevas. Tenemos un nuevo trabajo por hacer, nuevas fuentes de sabiduría y fuerza nos permiten servir a Dios aceptablemente. Disfrutamos nuevas alegrías, el gozo del conocimiento de Dios, el estar asociados con El y con su Hijo amado. Tenemos un nuevo objetivo para el cual esforzarnos hasta el premio del Alto llamado de Dios en Cristo Jesús. Estas son ‘todas las cosas’ y son verdaderamente de Dios, para que se nos exalte a la naturaleza Divina si somos fieles hasta la muerte.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba