LECCIONES DE ESTUDIO DE LA BIBLIA INTERNACIONAL |
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Versículo clave: “Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero” Escritura seleccionada: |
HAY UN GRUPO mencionado en la Escritura, al que se denomina la ‘gran multitud’. Ellos, dice nuestro texto, se manifestarán en el tiempo de la ‘gran tribulación’, lavan sus ropas y las hacen limpias en la ‘la sangre del Cordero’. Sus ropas deben ser lavadas, ya que se han manchado por el contacto con el mundo, la carne y el Diablo. Esto puede ocurrir a causa de su infidelidad, negligencia ó mundanalidad. Esto nos advierte el peligro de estar parcialmente llenos con el espíritu del mundo, lo que implica a no ser contados como vencedores del mundo. Cabe señalar que han transcurrido las distintas etapas para una consagración, la aceptación Divina y la dependencia del Espíritu Santo. A diferencia de la clase de novia, que no es considerada en la promesa dada en Apocalipsis 3:21, “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”.
Estos están tratando de ser seguidores de Cristo y seguidores de “las riquezas” (Mateo 6:24) y complacen al Señor en algunas cosas, teniendo algo del Espíritu del Señor, pero también con un amor carnal y ambición mundanal. No escuchan la amonestación del apóstol Pablo: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional” (Romanos 12:1). Él va más lejos subrayando una vez más la idea: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” – Romanos 12:2.
En este texto de Romanos, vemos un aspecto importante de nuestro caminar cristiano, el sacrificio. El término “sacrificio” es traducido de la palabra griega thusia y se refiere a una inmolación personal; esto implica una entrega de todo nuestro servicio al Padre Celestial. No sólo debemos abstenernos del pecado, es cierto que todos hemos nacido en pecado y fuimos “concebidos en pecado” (Salmo 51:5), pero debemos vivir una plena consagración a Dios, dando todo lo que tenemos, incluso la vida. Se menciona en 2 Corintios 5:17: “Si alguno está en Cristo, nueva criatura es”, una nueva creación que muestre la naturaleza Divina, gloria, honor, e inmortalidad (Romanos 2:7). Entonces al ser una Nueva Criatura, uno tiene que presentar su vida justificada como un “sacrificio vivo”, incluyendo las esperanzas humanas, la voluntad y las ambiciones.
Al estar dedicados completamente en su Pacto de sacrificio, los descritos en nuestra lección de hoy deben soportar gran tribulación. Tendrán especiales pruebas severas, que sin duda demostrarán su carácter y les proveerá lecciones para toda la eternidad. En sus sufrimientos aprenderán a apreciar más que nunca su relación con el Cordero de Dios y su mérito expiatorio. Este grupo, luego de haber demostrado su fidelidad a través de la obediencia a Dios, recibirán la bendición de una gran recompensa celestial. Les serán entregadas ramas de palmera después de haber obtenido victoria y aparecerán “delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo” – Apocalipsis 7:15.