LECCIONES DE ESTUDIO DE LA BIBLIA INTERNACIONAL

Adorando a un solo Dios

Versículo clave: “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas”
—Apocalipsis 4:11

Escritura seleccionada:
Apocalipsis 4

CUANDO CONSIDERAMOS la majestad de nuestro Padre Celestial, recordemos las palabras del Salmo 8: “¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites?” ¿Nos asombramos de las maravillas de su creación y de la grandeza de sus planes y propósitos? Nuestro Dios es un Padre fiel, “Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios” (Salmo 90:2). Con los ojos de la fe sabemos que continúa su plan y que es inmutable, el mismo ayer, hoy y por los siglos Hebreos 13:8.

En el Libro de Apocalipsis, Juan personalmente simboliza a los discípulos queridos –la fidelidad en la iglesia”la manada pequeña” (Lucas 12:32), quien tiene el espíritu de Cristo y puede ver la Verdad. Ellos también poseen el oído de la fe como un favor especial de Dios a los que son de un corazón manso y honesto, deseando la verdad y la honradez. “Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen” (Mateo 13:16). Es seguramente un gran privilegio ‘oír’ y ‘ver’ y conocer la voluntad del Padre. El trabajo de Dios en el presente no es la conversión del mundo, pero, sí el tomar del mundo un pueblo para su nombre, como la novia de Cristo. Una bendición en la vida, que ahora está disponible a sus fieles, llega en forma de paz y gozo que nunca antes conocían y que el mundo no puede dar, ni tomar Juan 14:27; 16:33.

Entonces, la visión de Juan descrita en nuestro texto, muestra acontecimientos para ser vistos por los que tienen el Espíritu Santo de comprensión. Él mira y ve que “he aquí una puerta abierta en el cielo” y “un trono establecido en el cielo” (Apocalipsis 4:1,2). Este “trono de Dios y del Cordero” (Apocalipsis 22:1), no es uno material, pero se refiere a su autoridad suprema y soberanía. El trono fue establecido primero y llegaría a ser la mesa central alrededor de la cual la iglesia se juntaría, hasta que todos los fieles sean hechos joyas para su reino. También leemos: “Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina” (Apocalipsis 4:3). Esto, como se supone, quiere decir un diamante, que es descrito como el más precioso y “claro como el cristal” (Apocalipsis 21:11). Ya que esta es el más brillante de todas las gemas, simboliza la gloria de Dios. ‘La piedra de cornalina’ que es una piedra roja coloreada, representa el amor de Dios, una parte importante del carácter de Dios (1 Juan 4:7,16). Juan también escucha de “cuatro seres vivientes” (Apocalipsis 4:6) el querubín (Génesis 3:24) “dando gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 4:9) Estos personificarían los atributos de Dios, su poder, sabiduría, justicia y amor.

Cuando podamos oír el poder, la sabiduría, la justicia y el amor de Dios proclamado en armonía perfecta a la gloria y el honor de nuestro Padre, entonces sus alabanzas sonarán como nunca antes. Esto traerá como resultado la restitución de todas las cosas, tal como fue prometido en el Pacto Abrahamico (Génesis 15:18) y bajo el dominio de quien “será un sacerdote sobre su trono” (Zacarías 6:13). Toda la creación participará en acción de gracias y alabanza al Padre. “Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos” – Apocalipsis 5:13.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba