LECCIONES DE ESTUDIO DE LA BIBLIA INTERNACIONAL

Entendiendo la Resurrección

Versículo clave: “Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades”
—Apocalipsis 1:17,18

Escritura seleccionada:
Juan 20:1-18,30,31; Apocalipsis 1:9-20

TODO PARECE ENCAJAR CUANDO Juan vio esta visión el primer día de la semana, durante el día de resurrección, el Domingo. Nuestro Señor le reveló y dio grandes instrucciones a la iglesia por medio de Juan, honrando este tiempo. Juan estaba preso en la isla de Patmos, condenado por su fidelidad al creer y enseñar “la palabra de Dios” (Apocalipsis 1:9). En tiempos de tribulación, la presencia del Señor y el ser confortados por él, son lo más preciado por sus santos ayudándoles a comprender lo que significa vivir “en el Espíritu” por encima del mundo (Apocalipsis 1:10). Por consiguiente, él estuvo especialmente lleno del Espíritu Santo de adoración, amor y gozo en Dios para ser mentalmente levantado por encima de su entorno, de los pensamientos y los sentimientos de su vieja naturaleza.

Al continuar con nuestro estudio, comprendemos que el libro de Apocalipsis es una profecía y no una epístola literal. A Juan le fue dada la orden: “Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas” (Apocalipsis 1:19), esta visión de las cosas del pasado, presente y futuro que la iglesia puede considerar como simbolismos profundamente significativos. Él nos da tranquilidad cuando dice en Apocalipsis 1:17, ‘No temas; yo soy el primero y el último’. Nuestro Señor era “el principio de la creación de Dios” (Apocalipsis 3:14), “el unigénito Hijo” (Juan 1:18) y “el primogénito de toda creación” (Colosenses 1:15). Estas escrituras nos revelan que como el Alfa (el principio) y también el Omega (el fin), él fue tanto el primero creado como el primero en la posición más alta sobre los ángeles. Como Arcángel, él era preeminente sobre todo y el dador de la vida a toda la Creación. Aquí también es dada la prueba que antes de que se hiciera carne, Jesús tuvo una existencia libre de pecado, perfecto sobre el plano espiritual al lado del Padre Celestial. Fue por esta razón que fue seleccionado como el que redimiría a la humanidad de la muerte. Bajó hasta la tierra y dio su vida como la compensación por la vida de Adán, equilibrando perfectamente la balanza de la justicia Divina.

En el versículo 18 de nuestra lección, leemos, ‘Yo soy’ Jesús el Redentor de las razas, ‘y el ángel del pacto a quien deseáis vosotros’ (Malaquías 3:1), ‘y el que vivo y estuve muerto’. Hablando de su propia resurrección dice: ‘pero vosotros me veréis, porque yo vivo’ (Juan 14:19; 20:1-9). Por la fe reconocemos que él está ‘vivo por siempre jamás’ ya que él había descendido a las partes mas bajas de la tierra (Efesios 4:9,10) y fue levantado de los muertos, quien ha ascendido “sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero” (Efesios 1:20,21; Filipenses 2:9). “Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven” (Romanos 14:9). Él era: “Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho” (1 Corintios 15:20), sobre la muerte y resurrección de Jesús está la esperanza de resurrección de la iglesia y el mundo. Le ha sido dado el poder de resucitar muertos, “Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua” (Daniel 12:2) y a su debido tiempo ejercerá este poder (Juan 5:25). Que alegres deberíamos estar al saber que todas las cosas están en las manos de quien “amó al mundo” – Juan 3:16.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba