LECCIONES DE ESTUDIO DE LA BIBLIA INTERNACIONAL |
Jesús Enseña sobre los Juicios de Dios
Versículo clave: “Después de esto oí una gran voz de gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro; porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella” Escritura seleccionada: |
LA ESCRITURA SELECCIONADA DE NUESTRA LECCIÓN muestra la parábola de Jesús acerca del trigo y la cizaña con su explicación. Jesús dijo que “la semilla buena” de la parábola son “los hijos del reino” y la cizaña son “los hijos del maligno” (Mateo 13:38). La cizaña es una imitación del trigo, entonces el contraste en la parábola no está entre creyentes e incrédulos, sino entre creyentes verdaderos y los que profesan creer, pero cuyos puntos de vista y conducta no se ajustan al modo de vivir de verdaderos cristianos.
“El Hijo del hombre” (versículo 37) que sembró ‘la buena semilla’ de la parábola; nos recuerda que fue Jesús quien a través de su enseñanza y el Espíritu Santo, establecieron la Primera Iglesia. Los doce apóstoles y los que creyeron en él por su palabra fueron los originales ‘hijos del reino’. Pero después de la muerte de los apóstoles llegó una apostasía del verdadero Evangelio del reino y poco a poco un reino falso fue establecido por la unión de la iglesia apóstata y los reyes de la tierra. Este reino falso llegó a ser conocido como la Cristiandad.
El rasgo profético de la parábola abarca el Evangelio entero o Edad Cristiana y es al final de la edad que ocurre la separación entre “el trigo” y “la cizaña” (versículo 30). El Hijo del hombre envía “sus ángeles” (versículo 41) para traer esta separación. La palabra ‘ángel’ usada aquí es la traducción de una palabra griega que significa mensajero. Ellos podrían ser mensajeros espirituales invisibles o podrían ser mensajeros humanos visibles. El ámbito de trabajo realizado en la parábola parece indicar que ambos están presentes.
‘Las cizañas’ son atadas y echadas en un gran “horno de fuego” para ser destruidas (versículo 42). Pensamos que este ‘horno’ es simbolismo del gran “tiempo de problemas” (Daniel 12:1), que tiene que ver con el mundo en este final de la Edad del Evangelio y destruye todas sus instituciones falsas y egoístas en la preparación para el establecimiento del reino de Cristo.
‘El trigo’ –los hijos del reino– en última instancia “brillan en adelante como el sol en el reino de su Padre” (versículo 43). Esto indica que en el reino, después de su resurrección de la muerte, ellos serán parte de ese maravilloso “Sol de justicia” el cual se levantará “trayendo salvación en sus alas” – Malaquías 4:2.
Nuestro Versículo Clave más bien continúa en detalle la cuenta simbólica del progreso, dominio y destrucción de aquel sistema falso que reclamó ser el reino de Cristo, pero que no lo era. ‘La ramera’ del pasaje es una referencia a la iglesia falsa que se unió ilícitamente con los gobiernos civiles de la tierra y de este forma ganó el poder de promover sus prácticas y puntos de vista no bíblicos. Bajo este sistema los verdaderos cristianos fueron perseguidos con severidad, pero esto llega a un final con el establecimiento en la tierra de aquella “ciudad santa” descrito en Apocalipsis, capítulo veintiuno.