LECCIONES DE ESTUDIO DE LA BIBLIA INTERNACIONAL

Un Nuevo Regreso

Versículo clave: “Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios”
—Apocalipsis 21:3

Escritura seleccionada:
Apocalipsis 21:1-7,22-27

EN ESTA LECCION CONSIDERAMOS la recompensa de aquellos seguidores fieles de Jesús que serían contados como dignos de compartir una herencia divina con él como seres espirituales inmortales (su iglesia), así como aquellos que aunque menos fieles, también recibirán una recompensa divina, una gran multitud. La lección de hoy, sin embargo, presenta la esperanza de una herencia terrenal para el resto de humanidad, será hecha posible por el establecimiento de un reino de paz aquí sobre la tierra. Apocalipsis 21, versículos 1 y 2, hablan de este evento como “un nuevo cielo y una nueva tierra”. Esto no debe ser entendido literalmente, pero si en el sentido que allí será establecido un nuevo orden de cosas y que este tendrá como fuente de su autoridad gobernante ‘el nuevo cielo’ es decir Cristo y su iglesia. Ellos no reinarán literalmente aquí sobre la tierra ya que estarán en el cielo. Sin embargo, su autoridad gobernante será manifiesta por varios representantes fieles terrenales que administrarán justicia y perfección, las leyes de aquel Reino.

El Versículo Clave declara evidentemente que ha sido la intención de Dios desde el principio, que su Tabernáculo estuviera con el hombre. Desde que creó al hombre para morar sobre la tierra, tuvo la intención que a su debido tiempo, la humanidad viva sobre una tierra perfecta, en la perfección, por siempre, disfrutando de su belleza, generosidad y también gozando de la comunión con Dios, como Adán la tuvo en el Jardín del Edén. Creemos que este tiempo está cada vez más cerca y al alcance de la mano, una vez que las evidencias sobre la manifestación del pecado hayan sido totalmente comprendidas por la humanidad, esta mala actitud presente cederá el paso al perfecto y pacífico reino por el cual Jesús enseñó a sus discípulos en la oración: “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.” Mateo 6:10.

¡Juan continúa describiendo algunas de las maravillosas condiciones que existirán en la tierra durante este tiempo de bendición, diciendo que cuando este tiempo viene, las lágrimas serán borradas, no habrá más muerte, dolor o llanto, no más pena! Todas la primeras cosas habrán pasado (Apocalipsis 21:4). Resumiendo todos estos cambios, él dice: “Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas” (vs. 5). Podemos tener confianza que estas palabras llegarán a suceder. Ellas no fallarán ya que Dios lo ha declarado.

Juan señala que la autoridad religiosa y civil durante el reino venidero de Cristo se centrará en Dios y su Hijo, el Cordero (vs. 22). La luz de Verdad también emanará de ellos (vs. 23). Esta luz no podrá ser ocultada, cubierta o deformada con falsedad por Satanás y sus estratagemas, ya que él será atado, no será capaz de influir sobre la humanidad (capítulo 20:1,2). Como resultado, las naciones enteras y sus líderes se reunirán para ser una parte de este maravilloso acuerdo. “Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella. Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche. Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella” (capítulo 21:24-26). “No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero” — Apocalipsis 21:27.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba