LECCIONES DE ESTUDIO DE LA BIBLIA INTERNACIONAL

Los Fieles son Recompensados

Versículo clave: “Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos”
—Apocalipsis 7:17

Escritura seleccionada:
Apocalipsis
7:1-3,9,10,14-17

EN ESTA LECCION observamos la recompensa de los vencedores fieles de la presente Edad del Evangelio. Estos son los que recibirán una herencia divina, en el establecimiento del Reino de Cristo en la tierra sobre el resto del género humano; todos ellos quienes han sido comprados por la sangre de Jesús. En Apocalipsis 7 hemos mencionado dos distinciones, ya relatadas, para aquellos que reciben una recompensa Divina.

Primero, Juan dice que el símbolo “cuatro vientos” (versículo 1), traería problemas que causarían el final de este presente orden malo de cosas e introduciría una nueva edad de bendición para la humanidad (2 Pedro 3:7,13), no hay destrucción hasta que los escogidos de Dios sean sellados “en sus frentes” (Apocalipsis 7:3), es decir hasta que ellos hayan sido probados en su fe, “hasta la muerte” (capítulo 2:10). Apocalipsis 7, versículo 4, declara que este grupo de siervos fieles será pequeño en número, ciento cuarenta y cuatro mil. Jesús también describió esta clase de sus seguidores fieles como “una manada pequeña” (Lucas 12:32). Estos son los que tienen la señal indeleble o sello del carácter de Cristo y han demostrado su lealtad a través de las pruebas, para ser considerados dignos “gloria y honra e inmortalidad” (Romanos 2:7).

Más adelante, Juan se refiere a este pequeño número de fieles y la razón por la que ellos son recompensados tan altamente, diciendo: “Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente. Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero” Apocalipsis 14:1,4. En la escritura, Juan habla de este pequeño grupo como ‘primeros frutos’. Esto indica que habrá frutos posteriores, aunque en un plano de vida menor que los 144,000. Uno de estos grupos es la segunda clase mencionada en nuestra lección. Apocalipsis 7, versículo 9, identifica a este grupo como “una gran multitud” en contraste con el primer grupo que sólo comprende ‘una manada pequeña’. También en contraste está la declaración que ésta segunda clase se encuentra “ante el Cordero” mientras que el primer grupo es mencionado que están con el Cordero “y con él” (capítulo 14:1).

Más adelante, Juan dice que esta grande multitud “han lavado sus ropas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero” (capítulo 7:14). Luego se indica que este grupo, mientras es considerado digno de la vida celestial, no era tan fiel como la clase citada anteriormente. Este grupo tenía como medida el pecado voluntarioso, manchados sus trajes simbólicos y aunque una experiencia difícil era requerida para lavarlas y ser encontrados aceptables para Dios. A causa de esto, ellos fallan para alcanzar la recompensa de inmortalidad dada a la pequeña multitud. Sin embargo, reciben la promesa de una herencia celestial, servir a Dios delante de su trono, con su vida sustentada amablemente y proporcionada por el Cordero, “porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos” vs. 17.



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