LECCIONES DE ESTUDIO DE LA BIBLIA INTERNACIONAL

Cambiando la Derrota en Victoria

Versículo clave: “Más el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor”
—Mateo 28:5,6

Escritura seleccionada:
Mateo 28:1-15

EN LA LECCIÓN PASADA considerábamos los acontecimientos que condujeron a la crucifixión de Jesús. Los líderes religiosos de Israel parecían haber ganado una victoria. Sin embargo, la lección de hoy, da el registro escrito de su resurrección, y el cambio desde lo que parecía una derrota a la victoria de Jesús. Este fue un importante paso adelante en el Divino Plan para la restitución de la humanidad del pecado y muerte.

Los escritos de Mateo nos informan que al finalizar el sábado un ángel de Dios había descendido de cielo para rodar la piedra que había estado bloqueando la entrada a la tumba de Jesús. Maria Magdalena y la otra Maria, identificada como la madre de Jacobo y de José (Mateo 27:56), evidentemente habían venido a la tumba del Señor con las especias para embalsamar su cuerpo. El ángel proclamó que el Señor Jesús había resucitado, asimismo les invitó a venir al lugar donde el cuerpo de Jesús había estado Mateo 28:1-6

Con referencia al ángel, también dice que: “su aspecto era como un relámpago y su vestido blanco como la nieve” (vs. 3). El ángel que había aparecido con una brillantez que deslumbraba sorprendió a las mujeres quienes no sabían que estaban en la presencia de un ángel en vez de un hombre. Ellas fueron instruidas para llevar el mensaje de la resurrección de Jesús a sus discípulos; y que él iba delante de ellos a Galilea (vs. 7). Jesús había anunciado a sus discípulos en el aposento alto: “Pero después que haya resucitado iré delante de vosotros a Galilea.” Mateo 26:32

Hubo un encuentro emocionante la mañana del domingo cuando las mujeres corrían a avisar a los discípulos que Jesús había resucitado de los muertos. “He aquí Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salud! Ellas acercándose le asieron los pies y le rindieron homenaje. Entonces díseles Jesús: No temáis. Id, avisad a mis hermanos que vayan a la Galilea, y allí me verán” Mateo 28:9,10 (El Nuevo Testamento de Nuestro Señor Jesucristo, Traducción del original griego por Pablo Besson)

Mientras tanto, los soldados que habían sido comisionados para resguardar la tumba de Jesús fueron a la ciudad para informar a los líderes religiosos judíos sobre los grandes acontecimientos que habían ocurrido. “Y reunidos con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados, diciendo: Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos. Y si esto lo oyere el gobernador, nosotros le persuadiremos, y os pondremos a salvo. Y ellos, tomando el dinero, hicieron como se les había instruido. Este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta el día de hoy” vs. 12-15

Nuestro Señor no dudó en darles las direcciones explícitas a sus discípulos acerca del lugar donde se encontrarían cuando llegaran a Galilea. Cuando llegaron al lugar señalado en la montaña, lo encontraron allí. Algunos, sin embargo, no estaban convencidos de que estaban en la misma presencia del Jesús resucitado. “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y la tierra” (vs. 18). Como un ser divino, nuestro Señor ahora podía ordenar todas las cosas, en el cielo y en la tierra.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba