LECCIONES DE ESTUDIO DE LA BIBLIA INTERNACIONAL

Poniendo nuestra vida en el Camino

Versículo clave: “Así que entonces lo entregó a ellos para que fuese crucificado. Tomaron pues a Jesús, y le llevaron. Y él, cargando su cruz salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota; y de allí le crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio”
—Juan 19:16-18

Escritura seleccionada:
Juan 19:16-24, 26-30

EL VERSICULO CLAVE DE ESTA lección registra los acontecimientos referentes a nuestro Señor Jesús cuando era conducido a morir por nuestros pecados. Él había puesto su propia vida en el camino y había invitado a sus seguidores que así también lo hicieran. Jesús había venido a su propio pueblo, Israel, pero no estaban listos para recibirlo, exigiendo su muerte en lugar de otro. “Pero ellos gritaron: ¡Fuera, fuera, crucifícale! Pilato les dijo: ¿A vuestro Rey he de crucificar? Respondieron los principales sacerdotes: No tenemos mas rey que César” Juan 19:15. Crucificaron a nuestro Señor junto a otros dos hombres, uno a cada lado de él. Así él murió con los transgresores según la profecía de Isaías: “Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos y orado por los transgresores” Isaías 53:12

Jesús aplicó esta profecía a sí mismo después de la celebración de la Pascua unas horas antes. Substituyéndose por el cordero de la Pascua, e invitando a sus discípulos que participen de la copa que simboliza su sangre que fue derramada por todo el mundo, él dijo: “Porque os digo que es necesario que se cumpla en mí aquello que está escrito. Y fue contado con los inicuos, por lo que está escrito de mí, tiene cumplimiento” (Lucas 22:37). Jesús sabía que todas las cosas referentes a su vida terrenal estaban a punto de ser cumplidas y que pronto sería puesto a muerte como un blasfemo. Mateo 26:65

Juan registra el hecho de que los líderes religiosos judíos estaban dispuestos a condenar a nuestro Señor a muerte por crucifixión. Sin embargo, no estuvieron preparados para proclamarlo públicamente como Rey de los Judíos, y Pilato rechazó su petición de no colocar esa inscripción sobre la cabeza de Jesús. Juan 19:21,22

La repartición de las ropas de nuestro Señor, y el echar suertes sobre ellas, da la evidencia de la indiferencia de los soldados que crucificaron a Jesús. Ellos no comprendieron que las acciones que realizaron eran en cumplimiento de la profecía. “Entonces dijeron entre sí: No la partamos, sino echemos suertes sobre ella, a ver de quien será. Esto fue para que se cumpliese la Escritura, que dice: Repartieron sobre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes. Y así lo hicieron los soldados” (Juan 19:24), en cumplimiento del Salmo 22:18.

Jesús había colocado en el más alto nivel la comisión para sus seguidores según lo expresado por Marcos: “Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a si mismo, y tome su cruz, y sígame” Marcos 8:34,35. Jesús estaba explicando la vida de sacrificio requerida de los que se bautizaban en su muerte. Debemos re-dedicarnos a este llamado.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba