EVENTOS SOBRESALIENTES DEL ALBA

El Nacimiento de un Salvador: noticia de Gran Alegría

“Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es Cristo el Señor.”
—Lucas 2:10, 11

CUANDO EL ÁNGEL DEL Señor apareció a los pastores con el anuncio de este maravilloso evento, el nacimiento de nuestro Señor Jesús, pocos comprendieron en ese momento el tremendo impacto que su nacimiento tendría en la toda creación humana. Era en verdad el más gran regalo de Dios a la familia humana y se pondría de manifiesto a su debido tiempo e incluso para las multitudes que esperan en sus tumbas, así como a aquéllos que aún no habían nacido.

EL LUGAR DEL NACIMIENTO

Nos maravillamos de las circunstancias humildes que rodearon el nacimiento de este precioso niño. “Y dio a luz {Maria} a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón” (Lucas 2:7) No existe evidencia que los padres de nuestro Señor se quejaran acerca de la naturaleza humilde de su alojamiento en el lugar conocido como el pesebre. Si alguno de los que estaban en la posada aquella noche hubieran comprendido que el infante recién nacido era el Mesías por largo tiempo prometido, habrían hecho algunos cambios para mantener un alojamiento más conveniente y cómodo para la madre y su precioso hijo recién nacido.

LOS PASTORES

Aprendemos de las Escrituras que el propósito del Padre Celestial era usar su ángel para hacer este anuncio extraordinario del nacimiento de su amado Hijo, nuestro Señor Jesús, a esos pastores humildes que estuvieron esa noche en las colinas de Judea.

“Había pastores en la misma región, que guardaban y velaban las vigilias de la noche sobre sus rebaños. Y he aquí, se le presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.” (vss. 8,9). No hay duda que ellos se sintieron agobiados por la escena gloriosa que había aparecido ante ellos, pero el ángel los confortó y calmó su miedo diciéndoles: “No temáis.” —vs. 10

“LA SEÑAL”

Después del anuncio del ángel a los pastores, se les prometió una “señal” que les permitiría identificar al niño recién nacido. “Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.” (vs.12). La palabra ‘señal ’ puntualiza una indicación, o evidencia que manifiesta una certeza. Notamos que en el bautismo de Jesús treinta años después, Juan era testigo de dos señales —una visible y otra audible—que indicaba que el bautismo de nuestro Señor había sido aceptado por el Padre Celestial. Primero, él vio el Espíritu Santo de Dios descendiendo como una paloma y permaneciendo sobre Jesús, y luego escuchó una voz del cielo diciendo: “Éste es mi Hijo amado en quien tengo complacencia.” —Mateo 3:16,17; Juan 1:32-36

EL ANFITRION CELESTIAL

El anfitrión celestial respondió al más grande evento de bendición con un coro unido de voces que cantaban alabanzas a Dios por su regalo indecible a la humanidad. “Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” (Lucas 2:13,14). Los ángeles estaban cantando sobre la bondad y amor de Dios para con el hombre, que en ese momento se manifestaba con el nacimiento del Redentor para el mundo. La expresión ‘buena voluntad hacia los hombres’ se ha confundido al pensar que esta ‘ buena voluntad ’ no siempre se ha cumplido en la creación humana desde que Jesús vino al mundo. Los cristianos observan el hecho de que no existe buena voluntad entre los hombres tan igual a la época en que Jesús naciera, pero estamos seguros que esta característica de perfección será una realidad bajo el reino de Cristo.

En la evidencia bíblica leemos: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en el cree, no se pierda, más tenga vida eterna.” (Juan 3:16) Éste fue el más grande de todos los regalos, que beneficiará a toda la humanidad. En el futuro bajo el reino de verdad y justicia, el mundo entero llegará a comprender y querrá cantar alabanzas a Dios. —Hechos 17:31

Con el nacimiento de un Salvador, se completó el Plan de Dios de redención y reconciliación con la humanidad. Era un plan de gran alcance para la recuperación de la familia humana desde la sentencia de pecado y muerte que habían recibido como consecuencia de la desobediencia. Su plan se había cumplido con Jesús como la figura central de las promesas del Antiguo y Nuevo Testamento. Con ese nacimiento, esta promesa de un Salvador había sido realizada finalmente.

LA PROFECÍA DE ISAIAS CUMPLIDA

Muchos siglos antes de que este bendito evento ocurriera, el profeta Isaías fue movido por el Espíritu Santo de Dios para escribir estas palabras inspiradoras y tan familiares que a menudo vienen a nuestra mente durante estas fechas de fiestas. Él escribió: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrá límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándole en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto”. —Isaías 9:6,7

Esta profecía maravillosa anuncia algunos roles que el nuevo gobernante asumirá cuando sea establecido el reino con el poderoso brazo de Jesús, como el antitípico David, asumirán las responsabilidades del reino que será establecido con el propósito de Dios de conciliación y cumplimiento. En ese momento, quienes lo acepten no perecerán y recibirán la vida eterna prometida.

Como maravilloso Consolador, nuestro Señor Jesús, junto con su novia fiel, actuará como un pastor guía amoroso e instruirá a todos y cada uno de la familia humana para caminar en la verdad y santidad, con la promesa de ganar la vida eterna en una tierra perfecta. Jesús, como un ser Poderoso, será entonces conocido como el ‘Dios Poderoso´ quien establecerá su reino con ‘juicio y con justicia’ para todos. Aquéllos que se esfuerzan por obedecer las leyes justas del reino serán estimulados y animados a caminar en el sendero de la santidad.

Él también asumirá su papel como ‘Padre eterno’ en el gran trabajo de restaurar a la humanidad a la vida. Como el Padre Celestial es la fuente de toda la vida, así también Jesús asumirá el papel de Padre eterno —o dador de la vida— para toda la humanidad. Finalmente, él asumirá el papel de ‘Príncipe de Paz’ sobre toda la tierra, y traerá finalmente paz entre Dios y el hombre, así como la paz entre el hombre y sus vecinos.

EL ORIGEN DE LA NAVIDAD

Aunque existieron numerosas fechas, inclusive el 25 de diciembre, que habían sido consideradas durante los primeros siglos de la era cristiana, no hubo ningún acuerdo unánime de opinión entre los líderes de la iglesia antes del quinto siglo para establecer una fecha fija como celebración de la Navidad. Se acordó que en adelante los calendarios deberían prepararse reflejando el nacimiento de nuestro Señor como un punto de partida en la historia del mundo, así los términos A.C. y D.C. se reconocieron como símbolos familiares para designar si un evento había ocurrido antes del nacimiento de Cristo o después.

Un ciclo detallado de fiestas de Navidad surgió gradualmente, alrededor de la observancia del día especial del nacimiento que consistió en la vigilia de víspera de Navidad. Éstas se volvieron celebraciones importantes y de solemnidad, ya que no era posible para los líderes de la iglesia determinar documentariamente el tiempo preciso del nacimiento de Jesús. Sin embargo, ellos estaban seguros que había ocurrido durante la noche, deduciendo del relato de Lucas, “Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.” (Lucas 2:8). Los cuatro domingos antes de Navidad, eran entonces conocidos como días de la preparación para ésta fiesta especial y la llamaron domingos de Adviento.

La observancia de Navidad no tiene origen en el Nuevo Testamento, y los estudiantes de la Biblia están de acuerdo que la fecha escogida por los primeros líderes de la iglesia no puede demostrarse por la escritura. Ellos sugieren que una fecha más apropiada para marcar el nacimiento de nuestro Señor Jesús se ubicaría alrededor del 1 de octubre. (Leer Lucas 3:1-3 para la cronología de Juan el Bautista que nació seis meses antes). Una posible forma de establecer como fecha la popularidad del 25 de diciembre es necesario contar nueve meses hacia atrás del 1 de octubre al final del previo diciembre , como un tiempo aproximado cuando Dios plantó la semilla de vida en el útero de la madre de Jesús, María.

UNA ESTACIÓN FESTIVA

La mayoría de las personas en el mundo cristiano moderno están de acuerdo que la celebración de Navidad ha llegado a ser la fiesta más popular del año en el mundo entero. Se escuchan muchos comentarios acerca del espíritu jubiloso que prevalece durante los días festivos de la Navidad. La estación de ésta fiesta a veces es el único tiempo durante el año en que los familiares y amigos pueden establecer contacto entre si ó a través del intercambio de saludos por tarjetas o reuniones sociales. También son típicas las decoraciones de todo tipo incluyendo árboles con ornamentos fosforescentes. El día de Navidad es previsto para ser un tiempo jubiloso en las familias por el intercambio de regalos y el compartir comida y bebidas. La estación festiva continúa entonces hasta que un nuevo año llega después de una semana. La Navidad se ha convertido en una costumbre anual importante en nuestra sociedad occidental.

EL MERCANTILISMO MODERNO

Esta fiesta religiosa de Navidad fue establecida hace muchos siglos centrada alrededor de Jesús y su nacimiento, y en los primeros tiempos había mucha atención enfocada en la santidad de este evento. Con el rápido cambio de los eventos de nuestro mundo moderno, hay menos atención ahora enfocada en el verdadero significado del nacimiento de nuestro Salvador.

La Navidad se ha convertido cada vez en una festividad comercial y es un evento artificial como un frenesí dirigido para comprar regalos que a menudo es un lujo que no pueden permitirse a aquéllos que no pueden adquirir lo que desean tener. Esto ha generado una competencia por igual entre los comerciantes y clientes para obtener ganancias y ofertas. Muchos se endeudan durante este tiempo y se enfrentan a la depresión al finalizar las festividades y la realidad de la vida cotidiana regresa como antes.

UNA FECHA DE RECUERDO

Aunque las Escrituras no enseñan a celebrar el nacimiento de Jesús, sin embargo, ellas nos instruyen claramente a recordar su muerte. Esto es porque su muerte logró la satisfacción de justicia Divina por los pecados del mundo entero. La razón por la cual llamamos a él nuestro Salvador, es porque él pagó el precio por el pecado “el cual se dio a si mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo”—1 Timoteo 2:5,6

Todos los años, en los meses de marzo o abril, dependiendo del ciclo hebreo de la luna, nos reunimos los hermanos juntos en la noche del día 14 de Nisán con el propósito de recordar la muerte de Jesús, como él nos ha instruido hacerlo. En los escritos de Lucas acerca del memorial de la Cena del Señor, Jesús nos enseña que se usaría el vino como un símbolo para representar su sangre y el pan representaría su cuerpo que se había inmolado por nosotros. Con precisas instrucciones, él invitó a sus discípulos y por consecuencia a nosotros a compartir juntos de estos emblemas sagrados. “Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio diciendo: Esto es mi cuerpo que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. De igual manera después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama” (Lucas 22:19,20). Él nos invita a participar cada año en el aniversario de esta sagrada ocasión en memoria de él y su muerte.

TIEMPOS DE DOLOR

La creación pobre y gimiente celebra el nacimiento de Jesús con niveles crecientes de frenesí enfatizando la marca de nuestros días alcanzando fácilmente el espíritu festivo de este acontecimiento. Sin embargo, al finalizar éstas fiestas deben volver a los afanes normales de la vida cotidiana. Hay mucha evidencia en el mundo que nosotros reconocemos como los años del cierre de la edad del Evangelio y su orden social como fue predicho por los profetas de Dios. Lucas describe nuestro día como un tiempo de gran perplejidad y dolor entre las naciones. “Desfalleciendo los hombre por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas”(Lucas 21:25,26 )

La familia humana se enfrenta diariamente con los niveles crecientes de violencia, particularmente con la continuidad de las guerras que causan tanto sufrimiento.

En muchas partes del mundo están también generalizados la anarquía y el terrorismo. Incluso la naturaleza parece estar en aumento lo imprevisible y violento. Recordamos el tsunami terrible en Asia, inundaciones extendidas en Europa, tornados en las llanuras centrales de América, huracanes en Florida, y la tormenta devastadora Katrina que golpeó la región de la costa de golfo de América.

EL HURACÁN KATRINA

Katrina se ha descrito como el más gran desastre natural en la historia de los Estados Unidos. Cientos de miles de personas fueron obligadas a evacuar la ciudad de New Orleans a causa de las olas de la tormenta que se elevaron por encima de la ciudad. Cuando las personas trataron de ponerse a salvo tuvieron que vadear las aguas sucias a causa de éste fenómeno. Las condiciones para los habitantes de esos lugares se presentaron críticas debido a la falta de medios de subsistencia. Esto ocasionó la necesidad de recursos humanos y materiales para ayudar a aliviar las condiciones dolorosas de la ciudad que una vez fue el orgullo de esta zona y así se logró cierto orden en este lugar. Ahora oficiales de la salud hablan de las aguas de la inundación como riesgos potenciales para la salud.

UNA NUEVA ERA

El mundo entró en una nueva era de su larga y convulsionada historia con el nacimiento de Jesús. La manifestación plena de este gran evento no se comprenderá hasta que todos los hombres lleguen a conocerlo. Ninguna otra persona en la historia de la humanidad ha marcado tanto y de tan largo alcance en los asuntos del hombre, como lo ha realizado Jesucristo. Su nacimiento creó un punto de división en la cuenta del tiempo, y ha influenciado superando a todo evento en la historia de la humanidad.

La profecía angelical que a través de él vendría paz en la tierra, tiene que ser comprendida por toda la humanidad. Unos pocos que han apreciado las bendiciones de su ministerio terrenal y han tomado su cruz son sus seguidores. (Mateo 16:24). Esto completa el gran arreglo de paz universal hecho disponible a través del programa redentor centrado en Cristo, y qué se establecerá finalmente entre Dios y los hombres. Con la paz universal llegarán las bendiciones de vida eterna a todos los que se esfuerzan en caminar de acuerdo a la verdad y rectitud según las condiciones de su arreglo del reino.

UNA SEÑAL DE LA BUENA VOLUNTAD DE DIOS

Ahora vemos y apreciamos la señal eterna de la buena voluntad de Dios hacia los hombres con el nacimiento de su Hijo, Jesús. Esto fue un paso preparatorio hacia la restauración de los hijos terrenales de Dios. El trabajo salvador del Redentor será manifestado a todos los que obedezcan durante su reino largamente prometido y que confiamos vendrá pronto.

Permítanos alabar Dios por el regalo de su propio Hijo que vino a la tierra para sacrificarse por nosotros como nuestro Salvador. La alegría y la eterna paz ciertamente se manifestarán a la creación gimiente a su debido tiempo.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba