LECCIONES DE ESTUDIO DE LA BIBLIA INTERNACIONAL

Ponga un Ejemplo

Versículo clave: “Ten cuidado de tu conducta y de tu enseñanza. Persevera en todo ello, porque así te salvaras a ti mismo y los que te escuchan.”
—I Timoteo 4:16 NVI

Escritura seleccionada:
I Timoteo 4

EN EL VERSÍCULO CLAVE DE ESTA lección, el Apóstol Pablo anima a su hermano más joven y querido Timoteo a que se mantenga diligente en el crecimiento y desarrollo de su carácter cristiano, perseverando en las doctrinas de la Verdad, defendiéndolas fielmente y declarándolas. Por seguir este sabio consejo, Timoteo recibiría la herencia espiritual de la novia de Cristo, así como ser un ejemplo a otros que servirían de testimonio y bendición a quienes escucharan su mensaje.

En esta primera epístola a Timoteo, el apóstol apuntó a un tiempo futuro al final de la Edad del Evangelio cuando algunos se apartarían de esta posición de fidelidad para buscar otras enseñanzas. “El Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos abandonarán la fe para seguir a inspiraciones engañosas y doctrinas diabólicas. Tales enseñanzas provienen de embusteros hipócritas, que tienen la conciencia encallecida. Prohíben el matrimonio y no permiten comer ciertos alimentos que Dios a creado para que los creyentes, conocedores de la verdad, los coman en acción de gracias.” —I Timoteo 4:1-3 NVI

Esta advertencia de un espíritu mundano que entra en las congregaciones del Señor en los ‘últimos tiempos’ incitó a Pablo para amonestar a Timoteo para tener cuidado con las enseñanzas doctrinales que él había recibido una vez. “Si enseñas estas cosas a los hermanos, serás un buen servidor de Cristo Jesús, nutrido con las verdades de la fe y de la buena enseñanza que paso a paso has seguido” (vs. 6). La preocupación que Pablo asumió tiene vigencia a aquéllos que serían guiados por su consejo sabio en los últimos tiempos, o Edad del Evangelio.

Notamos las palabras del apóstol en los asuntos de enseñanzas doctrinales en su segunda carta a Timoteo donde él escribe de nuevo acerca de la gravedad de este espíritu mundano inminente que descubriría a las personas del Señor, “Predica la Palabra; persiste en hacerlo, sea o no sea oportuno: corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar. Porque llegara el tiempo en que no van a tolerar la sana doctrina, sino que llevados por sus propios deseos, se rodearán de maestros que les digan las novelerías que quieren oír. Dejarán de escuchar la verdad y se volverán a los mitos” (II Timoteo 4:2-4 NVI) aunque las personas del Señor han sufrido las experiencias de prueba a lo largo del tiempo, habría la necesidad por ser diligentes en la predicación de la verdad corrigiendo, reprendiendo y animando en los tiempos finales.

Pablo continúa con estas palabras serias de consejo al joven Timoteo: “Que nadie te menosprecie por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir en la manera de hablar, en la conducta, y en amor, fe y pureza. En tanto que llego, dedícate a la lectura pública de las Escrituras, y a enseñar y animar a los hermanos” (I Timoteo 4:12,13). Que estas palabras alentadoras de la pluma del gran apóstol nos sirvan de estimulo para perseverar en la verdad.

Cuando contemplamos el nivel creciente de violencia y la indiferencia a las enseñanzas espirituales durante estos años cerrando la edad del Evangelio, permítanos considerar bien el consejo sabio de las advertencias de Pablo en esta epístola maravillosa. Esforcémonos por poner un buen ejemplo con nuestro carácter y doctrina.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba