LECCIONES DE ESTUDIO DE LA BIBLIA INTERNACIONAL

Modelo para la oración

Versículo clave: “Ahora pues, Dios nuestro, nosotros alabamos y loamos tu glorioso nombre”
—1 Crónicas 29:13

Escritura seleccionada:
Mateo 6:1-15

NUESTRO SEÑOR Y MAESTRO Jesús según crecía sentía la necesidad de comunicarse con su Padre Celestial. De noche debió mirar a las estrellas y de día mirar el cielo bajo las nubes de Israel para comunicarse con el gran Creador del Universo.

Después de su bautismo por su primo, Juan el Bautista, comenzó a predicar a hombres y mujeres. Él pasaba largos días y horas hablando con las personas, después que el sol se ponía se comunicaba con el Dios del Cielo. Esto le confortaba y animaba mucho después de las presiones y lo preparaba para su largo peregrinaje en las montañas. Pronto sus discípulos aprendieron y comprendieron la efectividad de esas largas horas de oración. Fueron entonces los discípulos donde Jesús y le dijeron: “Enséñanos a orar”. Jesús quiso que los discípulos entendieran que no era bueno orar en las sinagogas y las esquinas donde todo el mundo los viera, sino que Dios que todo lo sabe les oiría y les recompensaría en público.

Jesús instruyó a sus discípulos y les enseñó un modelo de oración, esta oración han usado los cristianos por años.

Jesús tenía gran reverencia por el Padre Celestial y quiso dejárselo saber a los discípulos. Les enseñó diciendo “De esta manera orarán: Padre Nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre…” (Mateo 6:9) Cuando oremos podemos ir confiados y dirigirnos a él como nuestro padre. Debemos también ir con reverencia y adoración apreciando los grandes atributos de Dios: “Santificado sea tu nombre”.

Jesús continuó a través de esa oración modelo revelando su magnífico y divino plan. Él quería que sus discípulos oraran:” Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo 6:10)

Estos discípulos estaban relacionados con las grandes promesas de gozo y verdad que vendrían y que fueron dichas por los grandes profetas. Ellos esperaban ese reino que sería de bendición para todas las familias de la tierra.

En esos tiempos los ojos serán abiertos, los cojos andarán, los sordos oirán. En los campos aguas fluirán de las rocas y llenarán los desiertos. Una felicidad eterna y verdadera llenará el corazón de las personas, el dolor y el sufrimiento desaparecerán.— Isaías 35

Jesús también estimulaba a los discípulos a que oraran por sus necesidades diarias y que tuvieran confianza en el Padre Celestial, pues Él le supliría de sus abundantes dones. (Mateo 6:11)

Otra parte importante de esta oración modelo es el versículo 12. Debemos perdonar a nuestros deudores para que Dios pueda perdonarnos.

Todo esto nos da confianza y seguridad en Dios, ya que nuestras oraciones para que sean aceptadas por Dios deberán expresar confianza, fe, amor y reverencia. Así también completa confianza del Plan Divino a través de toda la eternidad.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba