LECCIONES DE ESTUDIO DE LA BIBLIA INTERNACIONAL |
Buscando la esperanza
Versículo clave: “Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra, y sabréis que yo Jehová hablé, y yo lo hice, dice Jehová.” Escritura seleccionada: |
MUCHOS ESTUDIANTES DE la Biblia aprecian el Versículo Clave y la lectura de las escrituras de la lección de esta semana en lo que corresponde a la reunificación y restauración de la nación de Israel en los años recientes de esta Edad del Evangelio.
Ezequiel fue trasladado en espíritu hacia un lugar lleno de restos de huesos. Esto fue durante el cautiverio de Israel en Babilonia y sirvió para dar esperanza acerca de un tiempo futuro cuando los ‘huesos’, que representan su nación, sean traídos a la vida nuevamente. Él escribió: “Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos?, y dije: Señor Jehová, tú lo sabes. Me dijo entonces: profetiza sobre estos huesos, y diles: huesos secos, oíd palabra de Jehová. Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: he aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros y viviréis.” (Ezequiel 37:3-5). La promesa de largo plazo de Dios, de que hay verdaderamente esperanza y que el aliento de vida regresaría y reviviría estos huesos, debía cumplirse una vez más.
A medida que las escrituras continúan, notamos la manera en que se desarrolla la visión profética. Podemos leer: “Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová.” (vers. 6).
Al ser reunido, el esqueleto representa el gran poder de Dios Todopoderoso para dar nuevamente vida a estos huesos secos e inertes. Primero aparecen los tendones de fuerza que mantienen unido al esqueleto. Luego, viene la carne que proporciona identidad, y la piel que cubre todo el cuerpo para completar el proceso de construcción. Luego, el organismo debe ser energizado por el Espíritu de Dios que le da vida.
Luego, el profeta continúa describiendo este maravilloso suceso. Él dice que escuchó un gran ruido y que sintió un estremecimiento mientras los huesos se reunían, uno tras otro. Él dice: “Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu.” (vers. 8). El aliento de vida era el factor que faltaba, pero en esta conexión él continúa profetizando tal como le fue ordenado. “Y me dijo: profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos, y vivirán.” (vers. 9).
Fue el aliento de vida, ese factor energizante, que daría sentido a estos huesos reunificados de Israel. A continuación, leemos más en la explicación: “Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo.” (vers. 10).
Uno de los sucesos más notables de la historia ha sido la reunificación de Israel en su propia tierra natal. Esta tierra estuvo bajo dominación extranjera durante muchos siglos. A medida que los sucesos de nuestros tiempos continúan desenvolviéndose, los estudiosos de la Biblia ven con ansias lo que está ocurriendo en Israel. Aunque ellos han regresado como una nación hacia la Tierra Natal, ellos todavía tienen que reconocer el gran poder de Dios en su favor. Nosotros creemos que pronto, el aliento de vida los restaurará en una completa relación con Dios una vez más. Es por esto que oramos de todo corazón.