LECCIONES DE ESTUDIO DE LA BIBLIA INTERNACIONAL

Recreando la comunidad

Versículo clave: “Ahora así dice Jehová, creador tuyo, o Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.”
—Isaías 43:1

Escritura seleccionada:
Isaías 43

DESPUÉS DE UN PERIODO de muchos siglos y generaciones, en los que los hijos de Israel a menudo se habían desviado hacia otros dioses más atractivos, nosotros no lo podemos remediar pero sí estar impresionados por la continua relación personal y de cuidado, por parte del SEÑOR, para con su pueblo. Este pensamiento está bien expresado en el Versículo Clave de esta lección que va dirigido a la nación hebrea, y que les aseguraba que no teman porque Dios estaba tratando con ellos y todavía los llamaba por su nombre porque ellos eran su pueblo.

Hay muchas ocasiones notables cuando Dios estaba tratando con su pueblo de la alianza. Aun cuando ellos fueron desobedientes y desleales con él, continuó guiándolos, disciplinándolos y castigándolos para su propio beneficio y bienestar. La explicación dice: “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador; a Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y Seba por ti.” (Isaías 43:2,3). Dios pondría a prueba a su pueblo elegido a través de muchas experiencias.

Los israelitas fueron una nación típica, de igual manera sus experiencias son típicas de las del pueblo del SEÑOR que está siendo llamado y con el que está tratando durante la actual Edad del Evangelio. Esto es particularmente cierto en relación con sus elaboradas ceremonias religiosas que giran alrededor de su Tabernáculo. También incluye el mobiliario de su Tabernáculo, el sacerdocio y los variados sacrificios que fueron parte de su regular práctica religiosa tal como lo indicaba la Palabra de Dios.

En las escrituras de referencia que citamos antes, notamos que Dios promete guiar a la nación de Israel a través del agua y del fuego. Estos dos elementos naturales sugieren experiencias difíciles, de alguna manera, con relación a su pueblo. Esto es cierto respecto de Israel y del pueblo del SEÑOR en la actualidad. Sin embargo, Dios asegura que él estaría con su pueblo en todo lo que estas palabras simbólicas puedan sugerir.

A los israelitas se les aseguró que mientras ellos estuvieran pasando por las ‘aguas’, ellos no serían afectados de manera adversa por éstas. Aunque esto va dirigido específicamente a los israelitas, también ilustra de mejor manera el andar de los seguidores de nuestro Señor Jesús durante la actualidad. El paso a través de las aguas es una expresión figurativa que denota que, sin importar cuán difícil pueda ser el camino, nosotros podemos tener la certeza de que nuestro Padre Celestial estará guiándonos y dirigiéndonos. Esta agua ilustra la escuela de la experiencia por medio de la cual cada uno de nosotros debe ser puesto a prueba.

La referencia al ‘fuego’ apunta a la severidad de algunas de nuestras experiencias. Pedro encara este punto cuando escribe: “Para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero, se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.” (1 Pedro 1:7). Luego dice: “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os acontecieses.” (1 Pedro 4:12).

A los cristianos de la actualidad también se les puede asegurar que Dios los está guiando a través de las aflicciones de la vida. “Y todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice.” (Isaías 43:7).



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba